La fiscal general y jefa del Ministerio Público (MP), Thelma Aldana, se refirió este martes en una entrevista en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, acerca de diferentes temas relacionados con su gestión, la cual está a pocos días de finalizar.
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La fiscal se refirió a los momentos más difíciles que tuvo estando al frente del MP, las amenazas de muerte de las que fue víctima, los casos que marcaron un antes y después en su trabajo y los que más le impactaron.
Asimismo, habló sobre qué representó para ella darse cuenta de que un Presidente de la República estaba involucrado en una estructura de defraudación aduanera, cómo ha sido el trabajo del MP con la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Sus miedos, desafíos como fiscal, y qué hará tras entregar el cargo el próximo 17 de mayo a su sucesora María Consuelo Porras.
Tomando en cuenta que hoy se cumplen tres años desde que la ex vicepresidenta Roxana Baldetti renunció tras conocerse su presunta vinculación con una estructura de defraudación aduanera, se conversó sobre el caso La Línea. Aldana indicó que nunca tuvo amistad con la ex vicemandataria ni con Otto Pérez Molina y que los conoció cuando ella fungía como presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en 2012.
Detalló que inicialmente se conocía que Baldetti y otros funcionarios podrían estar vinculados con los hechos delictivos y fue por medio de una escucha telefónica, en la cual Otto Pérez Molina conversaba con el entonces titular de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), cuando se marcaron los primeros indicios de relación con esta red criminal.
“Las investigaciones iniciaron varios meses atrás y ya teníamos entonces muchos indicios de que ella estaba involucrada en el caso. La duda que yo tenía en aquel momento era al respecto de si el expresidente Otto Pérez Molina estaba vinculado en el caso”, recordó.
Además, mencionó cómo los colaboradores eficaces en el caso, Juan Carlos Monzón y Salvador Estuardo González, alias “Eco”, ayudaron a explicar los archivos encontrados en los dispositivos electrónicos secuestrados durante las diligencias de allanamiento.
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“Desde que asumí como Fiscal General sabía que obviamente era un gran reto y un puesto que requería mucha entrega y mucho trabajo, pero el caso La Línea, sin duda, es el que marca un antes y un después” en su gestión, aseguró.
Trabajo MP-CICIG
La fiscal fue cuestionada acerca de cómo su primer encuentra con el comisionado de la CICIG, Iván Velásquez.
“Él me visitó, me parece que fue al día siguiente de que tomé posesión. Estuvimos dialogando sobre nuestro trabajo, hablamos mucho del tema de extorsiones. Le pedí que la comisión nos apoyara en el diseño de una fiscalía que yo quería impulsar. Vinieron técnicos colombianos y nos apoyaron en ese diseño, revisaron lo que teníamos. Nos apoyaron en un plan contra extorsiones, que en conjunto con el Ministerio de Gobernación impulsamos en aquel momento, y hablamos de la necesidad que teníamos de trabajar de la mano MP y CICIG”, relató.
De igual forma, recordó que se preocuparon muchísimo cuando el pasado 27 de agosto se enteraron de la decisión del presidente Jimmy Morales de declarar persona “non grata” a Velásquez y ordenar su expulsión del país.
“Muy temprano recibí una llamada telefónica donde me comunicaban la decisión del Presidente. Yo le llamé (al comisionado) y le informé sobre la decisión del presidente. Luego fuimos al MP, yo saqué mis objetos personales, algunos reconocimientos y libros que todavía tenía, y estaba lista para entregar el cargo. Luego con mi equipo nos fuimos a la sede de la CICIG y estuvimos allí desde las 10:00 hasta las 23:00 horas”, dijo.
Amenazas en su contra
“La primera vez que me enteré de una amenaza de muerte sentí miedo, pero en el momento me sobrepuse, creo que el miedo no nos debe paralizar”, resaltó Aldana al preguntarle si en algún momento sintió miedo durante este período al frente del MP.
“Hay que asimilarlo y salir adelante, nada nos puede detener, particularmente cuando estamos en una lucha válida contra la corrupción, la criminalidad e impunidad en el país. No nos podemos detener”, resaltó.
También dijo que en recibió varios mensajes desagradables, expresados en público de parte de los sindicados en diferentes casos, expresados cuando llegaban a sus audiencias en tribunales. Pero recordó un momento en específico, en el cual supo de forma directa de un mensaje de un privado de libertad.
“Por ejemplo, en el caso del (presunto narcotraficante) alias “el Fantasma”, me hizo llegar una comunicación de que había recibido la oferta para que se hiciera un atentado en mi contra. Yo no le respondí nunca nada”. “Me parece que de manera increíble me mandó la alerta por alguna razón que desconozco”, expuso.
“Un fiscal general se abre frentes, es parte del trabajo, porque está enfrentando a estructuras criminales y está haciendo enemigos. Los enemigos llegan solos, son los criminales”, añadió.
Asimismo, se refirió a cómo sobrellevó esa situación de amenazas, tanto de forma personal, como familiar. Indicó que habló con sus hijos y les explicó lo que significaría estar en un cargo de este tipo de amenazas y campañas de desprestigio. “Ellos son muy objetivos”, aseguró, y le dijeron que si a ella no le afectaba esa situación, a ellos tampoco.
Los casos más difíciles e impresionantes
Aldana aseguró que son muchísimos los casos que son difíciles de investigar, entre estos La Línea y Cooptación del Estado. Pero consideró que hubo uno que para ella significó también temas sentimentales, debido a que se trataba del asesinato de uno de sus colegas, el exmagistrado de la CSJ, José Arturo Sierra.
“Fuimos compañeros de trabajo y yo tenía muchísimo cariño por él. Entonces en la investigación tuvimos que analizar cámaras, vi desde que salió de su casa, cuando llegó al comercial, vimos cuando la estructura criminal lo empezó a seguir, cómo se comunicaban y vimos cuando detuvieron el carro (en el que él viajaba). Fue un caso que me dio mucho sentimiento por el conocimiento personal que tuve de él. Vi la rutina de su muerte”, expresó la fiscal.
En cuanto al caso que le generó mayor impresión, Aldana dijo que fue el de Negociantes de la Salud, tomando en cuenta su magnitud. “Me parecía totalmente irreal. Vimos en la investigación cómo algunos médicos le receptaban a los pacientes medicamento que no necesitaban y lo hacían para tener los negocios con los proveedores de medicina”.
“Me parecía realmente aberrante que un médico recetara medicamento por razón de negocios, sin tomar en cuenta su juramento hipocrático. Es lamentable, ese caso me preocupó muchísimo”, añadió.
Lucha contra la corrupción
A criterio de Aldana, durante su gestión el presidente Jimmy Morales no actuó como un aliado en la lucha contra la corrupción, lo cual se observó al intentar expulsar al comisionado Velásquez.
Asimismo, mencionó que desconoce los motivos de su actitud. “Yo no puedo especular. No sé por qué la actitud de falta de apoyo del presidente, podemos asumir que es por el caso del hijo y hermano, pero podríamos asumir que es por el señalamiento de financiamiento electoral ilícito”.
Finalmente, la fiscal aseguró que tanto ella como su equipo de trabajo dieron todo su esfuerzo durante estos cuatro años. Y que aún no tiene claro qué hara tras finalizar su gestión en el MP.
“A partir del 18 de mayo no sé todavía qué voy a hacer con mi vida profesional. Voy a ver el mundial por televisión con toda tranquilidad, luego decidiré si me incorporo a la docencia, a alguna consultoría o si participó o no en política, será algo cuya decisión voy a tomar posteriormente”, manifestó.