En una declaración al final de su tradicional audiencia general de los miércoles, el papa Francisco dijo estar “muy preocupado” por la ola de violencia que azota a Medio Oriente, en especial por la sangrienta jornada del lunes en la Franja de Gaza.
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“Estoy muy preocupado por el recrudecimiento de las tensiones en Tierra Santa y en Oriente Medio, y por la espiral de violencia que aleja cada vez más del camino de la paz, del diálogo y de las negociaciones”, dijo el pontífice.
“Expreso mi gran dolor por los muertos y los heridos y estoy cercano por la oración y el afecto a todos los que sufren”.
“Reafirmo que jamás el uso de la violencia conduce a la paz. La guerra llama a la guerra, la violencia llama a la violencia”, insistió el Papa, invitando a las partes implicadas y a la comunidad internacional a “renovar el empeño para que prevalezcan el diálogo, la justicia y la paz”.
Esta semana, los enfrentamientos entre manifestantes palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes dejaron casi 60 muertos y más de 2 mil 500 heridos en la frontera con Gaza.
Las protestas se produjeron el mismo día de la inauguración de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, algo a lo que se oponían muchos palestinos.
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Saludo por el Ramadán
En su discurso, el Papa también envió su “felicitación cordial” a la comunidad musulmana con ocasión del Ramadán, que comienza el jueves, esperando que “este tiempo privilegiado de oración y de ayuno ayude a caminar por la vía de Dios que es la vía de la paz”.
“Nunca aprendemos”, comentó seriamente Francisco mientras saludaba en la plaza de San Pedro a los veteranos polacos de la batalla de Monte Cassino, escenario, entre Roma y Nápoles, de mortales bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.
En los últimos meses, el Papa ha reiterado en varias ocaciones su deseo de un statu quo internacional para Jerusalén y la reanudación del diálogo entre israelíes y palestinos para una solución basada en la existencia de dos Estados.
El pontífice argentino criticó implícitamente la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
Jerusalén, con sus santos lugares judíos, cristianos y musulmanes, es un asunto apasionado. Desde la creación de Israel en 1948, la comunidad internacional nunca reconoció a esta ciudad como capital. Consideran que su “estatuto final” debe ser negociado entre israelíes y palestinos.
*Con información de AFP