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Actuaciones de las autoridades dejan la política exterior de Guatemala aislada y desacreditada, según expertos

Las decisiones tomadas por autoridades de Guatemala en los últimos meses han incidido de manera directa en la política exterior del país y en la forma en la que esta se percibe en el escenario internacional, según consideraron expertos entrevistados hoy en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas.

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Como invitados en cabina participaron Aquiles Faillace, presidente de la Asociación de Dignatarios de la Nación; y Fernando Carrera, excanciller, exembajador de Guatemala ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), economista y analista político.

Los expertos mencionaron, entre otros hechos, la declaración de persona “non grata” que hizo el presidente Jimmy Morales contra Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en agosto pasado; el pedido para que el embajador de Suecia acreditado en el país, Anders Kompass sea retirado, y la decisión de trasladar la embajada de Guatemala en Israel a Jerusalén.

A criterio de Carrera, desde agosto el Gobierno guatemalteco “se declaró enemigo de la CICIG” al intentar expulsar del país a Velásquez, y desde ese momento “los ojos del mundo están puestos sobre Guatemala”. Según indicó, esta situación se agravó en diciembre, cuando Morales anunció que la sede diplomática guatemalteca sería trasladada de Tel Aviv a Jerusalén.

 

Ahora, con la petición de Cancillería para que Kompass sea retirado y se nombre a otro embajador, puede considerarse que lo que se está buscando es que Suecia retire el apoyo económico al país, con lo cual se eliminaría buena parte del financiamiento a CICIG, cuya base financiera tiene dos grandes donantes: Estados Unidos y Suecia, opinó.

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El excanciller consideró que estas acciones generan reacciones de aislamiento y descrédito para la política exterior de Guatemala.

Al preguntarle sobre lo que esto acarrea para el país, Carrera aseguró que Guatemala ya está pagando las consecuencias desde la declaración de “non grato”. “Desde ese momento la reacción mundial, regional, es de desconcierto y desazón de que hay un gobierno que no tiene claro su norte, que no entiende que el país debe combatir la corrupción e impunidad y que CICIG no es un obstáculo, sino un aliado”, manifestó.

En tanto, Faillace opinó que esta situación no se inició desde agosto, sino que la política exterior de Guatemala se vio como “errática” desde el momento en el que se decidió posponer por primera vez la consulta popular sobre Belice.

“Guatemala viene mostrando una falta de congruencia en su política exterior. Fue incrementado a un punto sin precedentes en diciembre de 2017, cuando se decidió mover embajada sin tener fundamentación como tal”, aseguró.

“Se da una imagen de que el país está dando tumbos en un mundo que no conoce”, dijo. Esto se combinó con el hecho que a Kompass se le retuvo el beneplácito por seis meses, “algo inédito”, destacó.

“El hecho de que un país no quiera a alguien con beneplácito solo significa que la tensión va a escalar. La elucubración de todo el mundo es que se debe al tema de CICIG”, dijo el presidente de la Asociación de Dignatarios de la Nación.

Procedimiento sobre embajadores

Cancillería anunció el pasado viernes el retiro de los embajadores de Venezuela y Suecia por supuesta “injerencia” en asuntos internos del país. Ayer, el vicecanciller Pablo García dijo en una citación en el Congreso que en última instancia incluso se podría a llegar a declarar “non gratos” a los diplomáticos, si se agota la vía que se está siguiendo.

Al ser consultado acerca del proceso que debe aplicarse en estos casos, Carrera indicó qué se debería hacer cuando las autoridades tienen desavenencias con un enviado de otra nación, pero no con el país. “Cancillería llama (vía telefónica) y les dice de forma discreta (a las autoridades de ese país) que lamentablemente han tenido problemas y le piden que lo retire y nombre un nuevo enviado”, detalló.

De acuerdo con el entrevistado, la lógica de ese procedimiento es que quiere conservarse una buena relación con el país, solo que la persona enviada no es la adecuada para mantener el canal positivo que se quiere.

En cuanto a si el proceso utilizado por Guatemala es el correcto para estos casos, indicó: “Lo inusual es que Cancillería hizo públicos los señalamientos. La conferencia brindada por la canciller Sandra Jovel es de una situación agresiva hacia Suecia, independientemente de que dijo que (la inconformidad) era solo con el embajador”.

“No parece la actitud de un país que solo tiene problemas con su enviado y no con Suecia”, resaltó el exembajador.

Por su parte, Faillace consideró que están declarando la guerra en Guatemala por un motivo que no es el dicho, sino otro. “Al querer encubrir esto como una mina para quitarle los pies a la CICIG se declara una guerra silenciosa”, dijo.

Además, planteó la interrogante acerca de qué pasaría si Suecia se pone en la ofensiva y no a la defensiva y se prepara para “ganarla en el primer golpe”.

“Qué pasaría si Kompass anuncia en conferencia de prensa que voluntariamente se retira del país, se va y al día siguiente la corona sueca invita a Iván Velásquez en visita de Estado y le ofrece suplir los fondos de 6 millones (de dólares) que EE.UU. da, pero al doble”. “La estrategia de Guatemala se vendría al suelo”, señaló.

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