A las 4: horas del martes pasado, un grupo armado hizo explotar dos coches bomba para rescatar a nueve reos de una cárcel de Tula de Allende en el estado de Hidalgo, al noroeste de la Ciudad de México.
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El ataque, que se produjo en el Centro de Reinserción Social (Cereso) provocó la liberación de unos nueve presos y dejó heridos a dos de los agentes que hicieron frente a los asaltantes.
En redes sociales circulan videos de la fuga de los presos de ese centro carcelario mexicano.
Las imágenes muestran a un camión con una placa de acero que derriba una puerta y luego siete hombres con rifles de asalto entran disparando a la prisión. Mientras, tres autos bomba explotaban en esa ciudad para distraer a la policía.
El ejército, la Guardia Nacional y la policía del país vecino se desplegaron para recapturar a los presos huidos.
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Mauricio Delmar, secretario de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo, publicaba un comunicado dirigido a la población para que contribuyan a la investigación mediante denuncias anónimas.
Todo este operativo se llevó a cabo para arrestar a los causantes del atentado, que seguramente pertenecen a una banda delictiva dedicada al narcotráfico.
Como de película
Las autoridades revelaron que hasta un camión fue utilizado para adentrarse en la prisión atacada en la que otros ocho reos más aprovecharon la ocasión para huir del lugar en busca de la ansiada libertad.
La escena de este asalto de película podría haber ocasionado más víctimas, ya que la detonación de uno de los coches se produjo en las inmediaciones de un hospital regional. En medio del fragor de los tiroteos se detonó otro en las cercanías de la prisión y el otro vehículo fue incendiado en la colonia de El Llano.
La organización ‘Causa en Común’ ya denunció que las cárceles mexicanas podrían suponer una “bomba” dando lugar a enfrentamientos violentos agravados por la pandemia. Alertaron de la posibilidad de fugas por el problema de hacinamiento, la permisividad en el ingreso a familiares y la imposibilidad de hospitalizar a pacientes graves ante las precarias instalaciones carcelarias.
