Manifestantes pro-ucranianos le lanzaron pintura roja a la cara al embajador ruso en Polonia, Sergueï Andreev, en el marco de los actos conmemorativos por el aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. El hecho ocurrió este lunes en el cementerio de Varsovia, donde reposan soldados soviéticos muertos durante el conflicto bélico, cuando Andreev se disponía a dejar un arreglo floral en el lugar.

El momento de la agresión fue captado en video por testigos y viralizado en las redes sociales. En las imágenes se observa cómo los militantes proucranianos, que llamaban “fascistas” a los miembros de la comitiva rusa mientras esgrimían una bandera ucraniana, le bloquean el paso al embajador y posteriormente le lanzan la sustancia de color rojo en el rostro y en la ropa, también manchando a otras personas en el lugar.

“Estoy orgulloso de mi país y de mi presidente (Vladimir Putin)”, declaró Andreev, tras limpiarse el rostro con la mano. En declaraciones a la agencia de prensa rusa RIA Novosti, el funcionario declaró que no resultó herido y describió la sustancia roja como una especie de “jarabe”.

El incidente fue inmediatamente denunciado por Rusia. Maria Zajarova, portavoz de la diplomacia rusa, dijo que “los partidarios del neonazismo mostraron de nuevo su rostro y es sangriento”. Rusia dirigió una “fuerte protesta” a las autoridades de Polonia “por su indulgencia ante los jóvenes neonazis”, añadió. Rusia celebra la victoria contra la Alemania nazi cada 9 de mayo.

“Ustedes luchan por la patria, por su futuro”

Este mismo lunes, el presidente ruso, Vladimir Putin, defendió este lunes la ofensiva en Ucrania durante el desfile militar que conmemora la victoria sobre la Alemania nazi. “Me dirijo a nuestras fuerzas armadas: ustedes luchan por la patria, por su futuro”, afirmó Putin en un discurso antes del desfile militar en la plaza Roja de Moscú.

Ante los miles de soldados que participaban en el desfile, Putin volvió a justificar su decisión de haber lanzado el 24 de febrero una ofensiva contra Ucrania, alegando que Kiev preparaba un ataque contra los separatistas prorrusos en el este del país, quería dotarse de la bomba atómica y recibía el apoyo de la OTAN. “Se estaba formando una amenaza totalmente inaceptable, directamente en nuestras fronteras”, dijo, acusando de nuevo al país vecino de neonazismo y calificando la ofensiva de “respuesta preventiva”. Fue la “única decisión correcta” posible, añadió.

*Con información de AFP