Prepararse un banquete de camarones le costó caro a un hombre en Singapur, quien perdió uno de los dedos de su mano derecha tras infectarse con una rara bacteria “comecarne“.
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Según medios locales, el hombre, cuyo nombre no fue revelado, compró una bolsa de camarones en un mercado local y luego acudió a casa dispuesto a cocinarlos para el almuerzo.
Mientras se encontraba lavando los mariscos, se pinchó el dedo índice con el caparazón de uno de estos animales, y fue allí cuando todo empezó a complicarse.
Un día después del incidente con el crustáceo, el hombre comenzó a presentar síntomas extraños, especialmente fiebre y una inflamación y oscurecimiento del dedo lastimado.
La víctima acudió entonces al hospital, donde fue diagnosticado con fascitis necrosante, una infección bacteriana poco frecuente que destruye la piel y los tejidos blandos, los músculos y el tejido conectivo que se extiende por todo el cuerpo.
Se propaga con rapidez y, de no ser tratada a tiempo, puede provocar complicaciones graves, incluso derivando en septicemia, choque e insuficiencia orgánica.
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Pudo perder la mano
Doctores de Singapur que atendieron a la víctima señalaron incluso que, de haber postergado un día más su visita a los servicios médicos, pudo haber perdido toda la mano o incluso haber muerto.
Los síntomas típicos de este tipo de afección incluyen la aparición de ampollas, fiebre, fatiga y dolor más intenso de lo que podría esperarse en función del aspecto de la herida.
El tratamiento consiste en la administración inmediata de antibióticos por vía intravenosa, y a menudo se requiere la eliminación quirúrgica del tejido muerto o infectado.
Según una nota publicada por La Vanguardia en el año 2019, quienes tienen un mayor riesgo de padecer una fascitis necrosante son aquellas personas que padecen diabetes, enfermedades renales, cirrosis o algún tipo de cáncer.