Un grupo de 75 guatemaltecos retornados forzosamente de Estados Unidos recibió un certificado de competencia en construcción y gastronomía.
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Todos son parte del proyecto piloto: “Inclusión laboral de migrantes retornados a Guatemala”.
En dicho programa participa la Fundación Avina, así como la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico (Swisscontact) y el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap).
En total, fueron 120 las personas las que volvieron de EE. UU. en vuelos oficiales y fueron contactadas por la Asociación de Retornados Guatemaltecos (ARG) afuera de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG), para que ingresaran al programa.
Sin embargo, se informó que:
- 62 terminaron la certificación en construcción, los cuales se especializaron en instalación de tabla yeso, cielo falso y reticulado.
- 13 personas concluyeron el plan de estudios de gastronomía, específicamente en platillos tradicionales.
“Al menos dos tercios de la población retornada logra desarrollar competencias laborales en su experiencia como emigrante. El 65% de la población trae destrezas y habilidades en las áreas de construcción y gastronomía. Con este plan piloto queremos contribuir a disminuirles la brecha para encontrar un trabajo decente”, dijo Cynthia Loría, de la Fundación Avina.
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Guatemaltecos deciden salir del país
Datos del Instituto Guatemalteco de Migración detallan que entre el 1 de enero y el 22 de agosto fueron retornados de manera forzosa 36 mil 298 connacionales que residían en EE. UU.
Esa fue la cifra más alta en los últimos cuatro años. Los sitios con mayor cantidad de casos de detención de guatemaltecos inmigrantes para el retorno forzoso a su país de origen son Texas, Loussiana y Arizona.
El hecho que causa la salida de forma ilegal de los guatemaltecos es mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias.
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Historias de guatemaltecos retornados
- "Libertad no tiene precio"
Claudia Cermeño, de 47 años, y Salvador Chojolán, de 57, son una pareja de esposos que decidieron emigrar hacia EE. UU. en busca de una mejor oportunidad de vida.
Durante dos años vivieron en Los Ángeles, California, en donde establecieron una empresa de construcción. El negocio era rentable, pero tenían miedo de ser detenidos por la “migra”.
“No queríamos ir a la cárcel. Nos dimos cuenta que nuestra libertad no tiene precio, por eso en abril de 2019 nos regresamos. Ahora tenemos un negocio propio en la zona 13”, dijo Cermeño.
- Sobrevivió de sus ahorros
“Trabajar para ayudar a su familia” fue lo que motivó a Steven Huitz, de 33, a emigrar a Los Ángeles, en California.
Huitz llegó al territorio estadounidense en 2016. Su primer trabajo lo consiguió en un restaurante. Primero lavó platos y después fue ayudante de cocina. La mayor parte de su salario la ahorró y esa fue la que le ayudó a sobrevivir a su regreso. Actualmente trabaja en un restaurante.
Su retorno forzoso fue porque él estaba junto con un grupo de personas que escandalizaban en la vía pública.
- Regresó a su antiguo empleo
Miguel Ángel Coc, de 31, ha emigrado dos veces. La primera vez lo hizo de Livingston, en Izabal, a la capital, y la otra hacia EE. UU.
Con su hija en brazos, contó que fue retornado forzosamente antes de la Semana Santa de 2019. Después fue seleccionado para estudiar el diplomado en gastronomía del que se graduó ayer.
Durante dos años vivió en Los Ángeles, en California, pero por ingresar de manera ilegal a ese país fue detenido y repatriado.
Coc regresó a trabajar a su antiguo empleo, un restaurante de cocina italiana.