Este jueves se inició la audiencia de primera declaración de los extitulares de la Dirección de Informática del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Castillo y Beny Román, detenidos ayer.
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Los exfuncionarios fueron capturados en operativos realizados en Villa Canales y Santa Catarina Pinula, en seguimiento a investigaciones por posibles inconsistencias en la transmisión de resultados electorales en las votaciones del 16 de junio.
La Fiscalía de Delitos Electorales del Ministerio Público los señala de los delitos de incumplimiento de deberes y destrucción de registros informáticos.
El caso es conocido por el juez Séptimo Penal, Fredy Orellana, quien inició hoy la diligencia en donde se decidirá si el exdirector y exsubdirector de Informática serán procesados.
A los sindicados se les otorgó la palabra para que expusieran sus argumentos con relación a los señalamientos; sin embargo, ambos se abstuvieron de declarar.
En tanto, el fiscal Rafael Curruchiche dijo que ninguno de los testigos que prestó declaración tenía conocimiento si el programa utilizado por el TSE para digitalizar los votos estaba certificado.
Investigación en curso
El jefe de la mencionada Fiscalía, Rafael Curruchiche, explicó ayer que las detenciones de Castillo y Román se dieron en seguimiento a investigaciones que están en desarrollo acerca del funcionamiento del software del TSE.
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Diferentes pronunciamientos surgieron de parte de organizaciones y personas que señalaron un eventual “fraude” en el proceso electoral, lo cual ha sido descartado por el TSE.
Ante ello el Ministerio Público inició de oficio una investigación que continúa avanzando.
En tanto, el pleno de magistrados aclaró que lo que hubo fue un error en el sistema de transmisión de datos, el cual ya fue subsanado.
Recientemente una comisión de expertos informáticos de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) visitó Guatemala para analizar el funcionamiento del software.
En el informe presentado al pleno constató que no se observó el error que afectó la información en la primera vuelta y recomendó hacer simulacros días antes del balotaje para asegurar su buen funcionamiento.