Según el informe sobre la juventud de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), en el país únicamente el 2.1 por ciento de los jóvenes cuenta con un empleo formal, mientras que el 97.9 por ciento restante laboran en la informalidad.
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Abner Paredes, defensor de la Juventud de la PDH indicó que los jóvenes comprendidos en las edades entre 14 y 29 años, representan el 34 por ciento de la población en el país, es decir, alrededor de 5.8 millones de personas.
Pero de este total, el 82 por ciento vive en pobreza, lo cual limita que desarrollen su proyecto de vida para tomar decisiones.
El informe fue elaborado por la PDH con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, y refleja la situación de los jóvenes entre el 2014-2017.
Sin embargo, Paredes explicó que económicamente activos únicamente se registran aproximadamente 2.8 millones, de los cuales el 97.9 por ciento trabajan en la informalidad y el 2.1 por ciento restantes cuentan con un empleo formal con acceso a cobertura de IGSS y a un salario mínimo o mayor
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índices
Además de la informalidad laboral, el informe sobre los derechos de la Juventud en Guatemala también resalta la pobreza y la falta de acceso a la educación.
Según la estadística el 43 por ciento de los jóvenes tiene acceso a la educación básica, el 24 por ciento alcanzó el nivel diversificado y alrededor del 6 por ciento el nivel universitario.
El informe fue elaborado por la PDH con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, y refleja la situación de los jóvenes entre el 2014-2017.
Dentro de las recomendaciones para el Gobierno se hizo un llamado a cumplir compromisos a nivel internacional, como los Objetivos de Desarrollo.
Sostendrán la economía
Abner Paredes, defensor de la Juventud de la PDH, explicó que en el informe se hace énfasis en la necesidad de dimensionar el bono demográfico que representa la juventud en el país y la necesidad de invertir en el desarrollo del país a partir de la juventud que finalmente serán quienes sostendrán la economía y otros ámbitos.
“Las condiciones por las cuales atraviesa la juventud con la precariedad de empleo, limitación de acceso de educación, son indicadores que las próximas generaciones no están en su mejor momento para generar un cambio en el país”, subrayó el defensor.
Agregó que es importante mencionar que salen datos que pueden hacer un llamado de atención a los departamentos en donde se debe focalizar la atención, entre ellos, en la población indígena y en donde existen condiciones de mayor ruralidad.
“Es en donde están las implicaciones más complejas en materia de adolescencia y juventud y se tendría que focalizar los esfuerzos del Estado”, subrayó.
El defensor concluyó en que el Estado debe brindar coordinación interinstitucional y fortalecer las instituciones que brindan apoyo a este sector de la sociedad.
Asimismo, el Congreso debe aprobar las leyes que correspondan para favorecer a los jóvenes en temas de salud, empleo y educación.