El procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, y el padre Mauro Verzeletti, director de la Casa del Migrante de los Misioneros Scalabrinianos, se pronunciaron este viernes con relación a la situación que viven las familias migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, en donde están siendo separadas y detenidas.
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En conferencia de prensa, manifestaron su indignación por esa “práctica institucionalizada” y las “medidas prolongadas de privación de libertad”, y exigieron una pronta reunificación familiar.
Asimismo, se refirieron al proceso que se da para repatriar a los connacionales. Incluso aseguraron que el pasado martes, cuando arribaron a Guatemala 11 núcleos familiares, se dio un “show” e incluso pudo haber violaciones a la ley.
“Fue un show lo que se hizo cuando los niños vinieron tras el proceso de reunificación, porque el Código de Migración, en su artículo 175 inciso E, señala que un portavoz del Instituto Guatemalteco de Migración puede informar sobre el retorno de los niños y adolescentes, pero en ningún momento serán exhibidos ante los medios de comunicación ni se dará a conocer su identidad”, expuso Rodas.
Añadió que puede conocerse en los medios solamente un período de tiempo después, si en caso se ha determinado que eso puede ayudar a localizar a los familiares del menor.
“La esposa del Presidente estuvo en la recepción y no cumplió con lo establecido en esta ley”, aseguró el procurador.
Ese 11 de julio llegó al país un vuelo procedente de la nación norteamericana con menores de edad y sus padres o madres que fueron deportados por ingresar a ese territorio de forma irregular.
Tras aterrizar el avión en la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG), la primera dama Patricia Marroquín recibió a los connacionales. “Es muy especial que las familias se reúnan nuevamente, significa una nueva oportunidad de empezar de cero”, les mencionó, según cita una nota de la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN).
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Rodas refirió que no se les da el seguimiento adecuado a los guatemaltecos que son retornados. “Al regresar, lo único que tienen los migrantes es una marimba, que está bien como un aspecto nostálgicos y sentimental, pero no soluciona”.
“Para el proceso de identificación familiar que se aplique y se realice en Guatemala deben prevalecer las garantías que reza el Código de Migración y no instrumentalizar el dolor y el sufrimiento el drama en beneficio o crédito político o institucional”, manifestó.
En tanto, Verzeletti señaló que tras pasar por los procesos correspondientes en la Fuerza Aérea, las familias fueron dejadas en la calle, pese a que cuatro de ellas no tenían a dónde ir, por lo cual fueron apoyadas por la Casa de Migrantes e ingresadas a un albergue.
“Criticamos que un estado abandone a sus ciudadanos, ni se les preguntó dónde vivían o si tenían familia cercana. Estamos cometiendo el mismo error que Trump, el Estado guatemalteco debe accionar con mecanismos de protección de la niñez también cuando ocurre la desgracia de la deportación”, expresó.
El sacerdote añadió: “Nosotros no podemos explotar el dolor y sufrimiento humano luego de una separación y una deportación donde realmente se hizo más bien fue un show de la recepción en la FAG de las familias deportadas, que ingresaron en el territorio y las dejaron en la calle abandonas otra vez”.
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Señalan violación a derechos de la niñez
Según indicaron Rodas y Verzeletti, en el marco de una política migratoria “restrictiva” se está limitando el acceso a los mecanismos de protección internacional, especialmente en cuanto a los niños, niñas y adolescentes, a quienes no se les estaría respetando la garantía de derecho superior.
“Manifestamos nuestra indignación, alarma, descontento y denuncia por la tortura psicológica al que están siendo sometidas las familias, y especialmente los niños, durante la detención por parte de los oficiales y encargados de los Centros de Procesamiento y Detención en Estados Unidos”, expresó Verzeletti.
Y añadió que “es un abuso de parte del gobierno norteamericano separar a las familias, porque jamás una política de Estado debe priorizar este tipo de acciones”. Y aeguró que son unos 3 mil niños, incluidos varios guatemaltecos, los que se mantienen en albergues apartados de sus padres.
El sacerdote solicitó que, además que se agilice la reunificación dentro del marco del debido proceso, se garantice el derecho de las personas a solicitar asilo, sea cual sea el punto de internación territorial por el que ingresen a la nación norteamericana.
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Por aparte, en el pronunciamiento se hizo referencia a un incidente ocurrido el pasado miércoles, cuando un avión que trasladaba a 132 adultos deportados desde Estados Unidos presentó fallas mecánicas “que atentaron contra la vida de las personas”.
En ese sentido, el magistrado de conciencia pidió que se garantice que los aviones y equipos que utilizan para los procesos de deportación cumplan con los estándares y protocolos internacionales de seguridad para evitar los incidentes y accidentes aéreos para proteger la vida de las personas.
Finalmente aseguró que Guatemala no ha sido capaz como Estado de dar condiciones de vida digna, lo cual hace que las personas las busquen en otros territorios, y por ello demandó al Estado guatemalteco que se generen políticas públicas para evitar más migraciones y “dramas humanos”.