Una comisión interinstitucional elaboró un nuevo informe acerca del incidente armado en la zona de adyacencia con Belice. En esta área murió el joven guatemalteco Julio Alvarado, de 13 años de edad, que permitió identificar incongruencias en el realizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), dijo el Canciller, Carlos Morales.
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“Guatemala rechaza categóricamente el informe y solicita que sea concluyente y que tenga implicaciones penales para los responsables”, afirmó el presidente Jimmy Morales quien agregó: “el hecho es que un niño ha muerto”.
Este lunes el gobierno guatemalteco dio algunos detalles de su propio informe que presentará al secretario general de la OEA, Luis Almagro.
La comisión fue integrada por instrucciones del mandatario Morales. Uno de los argumentos es que “la comisión de la OEA se integró tarde” y que “se basa solo en relatos”.
Por su parte, el Canciller Morales aseguró que “Guatemala de ninguna manera ofrecerá una disculpa a Belice” y explicó que en la zona de adyacencia hay 36 comunidades.
Además, indicó que se ha solicitado la remoción de Magdalena Talamás, representante de la OEA a cargo del informe.
Incongruencias
Ana Elena Guzmán, subsecretaria del Ministerio Público (MP) señaló que “el informe carece de soporte científico y de campo”. Además, indicó que “no hubo un debido resguardo de la escena del crimen por autoridades beliceñas, lo que provocó la contaminación y pérdida de indicios, no consta la recolección de medios balístico y de las armas de fuego involucradas en el hecho”.
Sergio Rodas, del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) resaltó la incongruencia entre el número de heridas de proyectil de arma de fuego en el tronco y cuello, respecto al informe forense de Belice. Tampoco se menciona si hubo análisis de laboratorio balístico de los proyectiles que habrían sido recuperados.
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Otra conclusión del informe guatemalteco es que las heridas no fueron por perdigones de escopeta “sino que se trató de proyectiles disparados por arma de fuego de ánima estriada”.
El informe de la OEA estableció que los disparos fueron hechos por guardabosques. Algunos aceptaron, según el informe, que en otras ocasiones han obedecido órdenes de un mando de las FBD y que han recibido entrenamiento de dos semanas.
En el pronunciamiento se destacó que “no se puede desvincular a las FDB (Fuerzas de Defensa de Belice) este hecho lamentable” y se insistió en que “una ONG privada y armada es por definición un grupo paramilitar”.
En la comisión también participó el Grupo de Apoyo Mutuo GAM). Uno de sus abogados dijo que el informe no es concluyente.
