Por una vez, Camila Cabello no era la razón por la que miles de personas se congregaron el pasado sábado en el Stade de France. La cantante estaba allí solo para dar el paso de salida a la final de la Champions League entre el Liverpool y el Real Madrid, que era el auténtico plato fuerte de la jornada.
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Por esa razón, el número musical de seis minutos que ella había preparado resultó demasiado largo para el gusto de algunos de los aficionados. A Camila no le hizo ninguna gracia darse cuenta de que apenas se la escuchaba por encima del griterío de la grada, que empezaba a caldear los ánimos en el estadio entonando sus propios cánticos, así que no dudó en tildar de maleducados a los hinchas de los reds y de los merengues.
“Acabo de ver nuestra actuación y no puedo creer que la gente estuviera cantando los himnos de su equipo durante nuestra actuación. Mi equipo y yo trabajamos muy duro sin descanso para conseguir el tono adecuado y ofrecer un buen espectáculo”, se lamentó en Twitter tras darse cuenta de lo que había ocurrido. “Me alegro de que a ustedes les gustara”, añadió dirigiéndose a sus fans.
Borró los tuits
Camila decidió borrar esos tuits a los pocos minutos de publicarlos por motivos desconocidos. Quizá leyó algunas de las respuestas de sus seguidores que le explicaban que la afición europea se deja llevar por la pasión en los partidos más importantes, y comprendió que no se había tratado de nada personal.