Uno de los escándalos que opacó los preparativos del gran día entre Meghan Markle y el príncipe Harry fue la noticia sobre la ausencia del padre de la novia, quien, por complicaciones de salud y una operación de cirugía de corazón, le sería imposible llegar a la ceremonia.
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Thomas Markle, un exdirector de cine de 73 años, dijo por medio de una entrevista al portal de celebridades TMZ, que estaba “sumamente triste por no poder viajar y acompañar a su hija al altar en uno de los días más importantes y trascendentales de su vida”; sin embargo, agregó:
“Mi bebé luce hermosa y feliz. Me hubiese gustado estar allí, les deseo todo el amor y la felicidad”.
Ante la ausencia de su padre la exactriz estadounidense fue llevada al altar por el príncipe Carlos, quien ahora es su suegro.
La polémica por fotos fingidas
Antes del anuncio de su operación, la presencia de Thomas Markle en la boda había estado en duda debido a una polémica por la publicación de unas fotografías en las que aparecía preparándose para el casamiento. Las fotografías eran evidentemente armadas, por lo que el hecho causó revuelo en la monarquía del Reino Unido.
Sin embargo, el padre de la novia habría reconocido que fue remunerado por esas fotografías, aunque a la vez se quejaba del acoso de paparazzis.
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