La memoria dura muy poco en el mundo del fútbol, especialmente en Inglaterra.
Tras dos temporadas al frente del Leicester City, aquel modesto equipo que sorpresivamente se proclamó campeón de la Premier League 2015-2016, el italiano Claudio Ranieri fue despedido este jueves como técnico de los "Foxes".
Sin una victoria desde el pasado 31 de diciembre y a tan solo un punto de los puestos de descenso, los "zorros" navegan en aguas peligrosas y ya coquetean con la segunda división, apenas una temporada después de consagrarse como monarcas del fútbol inglés.
Los malos resultados acompañan a los actuales campeones, que a pesar de seguir vivos en la Champions League (con desventaja de 1-2 frente al Sevilla en los octavos de final), han decepcionado a muchos con su falta de fútbol, aquel que en la campaña pasada deslumbró a todo el mundo y los llevó a convertirse en la "Cenicienta" de Europa.
El sacrificado fue Ranieri, cuyo despido fue justificado por la directiva del Leicester City como un "cambio necesario".
En un comunicado, el equipo inglés cita al vicepresidente Aiyawatt Srivaddhanaprabha, admitiendo que se trató de la "decisión más difícil que han tenido que tomar".
Asimismo, el Leicester City agradeció el trabajo de Ranieri, a quien agradeció por el "encanto y el carisma que ayudaron a transformar la percepción del club y a desarrollar su perfil en una escala global". "Estaremos por siempre agradecidos con él por lo que nos ayudó a lograr", añade.
Los "Foxes", todavía sin entrenador, se enfrentan este fin de semana al Liverpool, que actualmente ocupa la quinta posición.
El club indicó en el texto que a partir de hoy dará inicio al proceso de reclutamiento para encontrar al sustituto del técnico italiano.
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