En Carretera a El Salvador pueden encontrase perros abandonados, atropellados, perdidos o que viven en las calles.
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Por ello y motivada por una publicación en una página de tráfico, Claudia Alcázar formó el grupo de Facebook Caninos de Carretera El Salvador (CES) en marzo de 2015.
Actualmente sigue activa, contando con más de ocho mil miembros e incluyó a otros animales, siguiendo con su labor de ayuda.
En el grupo se encuentran publicaciones sobre los animales necesitados de auxilio, donaciones, alimento, alojamiento temporal o uno permanente.
Además de recomendaciones de las veterinarias donde pueden atenderlos, al igual que de establecimientos para adquirir insumos para las mascotas.
Los miembros cooperan con las donaciones, que son indispensables pues los gastos oscilan entre los Q.300.00 a los Q.5000.00. Por esto mismo, también comparten las publicaciones para alcanzar a personas que podrían estar interesadas.
Entre ellos se encuentran: Lucrecia Estrada, María Mercedes Martínez, Samira Massis, Patricia Prieto, y Jessica Sagastume.
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La página prohíbe la promoción de la venta de animales, e igualmente, la búsqueda de pareja para estos. Al contrario, impulsa la adopción y esterilización.
Alcázar como la única que se encarga de supervisar que las reglas se cumplan. Lo cual es uno de sus retos, además de concientizar a la gente sobre la tenencia responsable de los animales.
Su recompensa está en los perros perdidos que regresan con su familia o en los rescatados que encuentran un hogar.
¿Cómo se rescata a los animales?
El rescatar a un perro u otro animal inicia, según cuenta Alcázar y Lucrecia Estrada al ubicarlo y recogerlo. María Mercedes Martínez recomienda llevar a alguien contigo, comida que lo incentive a acercarse, así como una manta y una correa.
“(…) rescatar perros no está programado, en la mayoría de casos es algo que se te pone enfrente”, apunta Herrera.
“Si están lastimados, atropellados, o que no se puedan ni mover por falta de comida, es más difícil y pueden morder”.
Después asistir a una veterinaria y determinar su estado de salud. En caso de que sea bueno se le vacuna, desparasita, inmediatamente y a veces se esteriliza.
Al contrario, si está críticamente enfermo o lastimado se le da su tratamiento. Una vez sano se inicia la búsqueda de un hogar que puede nunca llegar.
Como explica Patricia Prieto:
“Con los perritos de raza es más fácil, pero cuando los perritos son de la calle cuesta mucho colocarlos… los chiquitos, pues ahí tenemos más suerte”.
No obstante, como rescatista también te puedes enfrentar al fallecimiento del rescatado durante el tratamiento, apesar de todo el esfuerzo dado.
“Lo triste y difícil es cuando invertís tanto tu tiempo, tus sentimientos, tu cariño y todo y al final no se logra”, cuenta Estrada.
