A 47.5 kilómetros de la capital se encuentra el coloso más activo de Centroamérica: el volcán de Pacaya. En sus faldas se encuentra el parque del mismo nombre, cerca de la Laguna de Calderas, zona que fue declarada en 1963 parque nacional.
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Se alza 2 mil 550 metros sobre el nivel del mar y ofrece a sus visitantes 3 kilómetros de caminata de dificultad moderada para su ascenso, pero el esfuerzo es plenamente recompensado por los atractivos que se pueden disfrutar.
El primero y más impactante lo constituye observar a corta distancia la lava que desciende desde el cráter cuando está en erupción. Desde las proximidades de la cima se puede apreciar el paisaje que incluye lugares poblados como Amatitlán, Palín y Escuintla, así como otros tres volcanes: el Acatenango, Agua y Fuego.
En el sitio puede observarse gran variedad de fauna y flora. Es el hábitat de 28 especies de mamíferos, 101 de aves, 75 familias de flores, y árboles propios del lugar como el Cedro del Pacaya y el hormigo, este último con el cual se construye la marimba, instrumento musical nacional.
Qué hay el volcán de Pacaya
En la cabecera municipal de San Vicente hay viviendas y establecimientos que ofrecen servicio de estacionamiento, con vigilancia para los vehículos. A su ingreso hay un puesto de registro, donde los visitantes deben anotarse por razones de seguridad. Su ascenso es monitoreado por guardabosques del Instituto Nacional de Bosques (Inab) distribuidos a lo largo del trayecto. Asimismo, se puede contratar los servicios de guías de la municipalidad, quienes dirigen a los excursionistas a los lugares con vistas impresionantes, durante una hora, que es el tiempo que dura el recorrido hasta los sitios más altos. Este paseo también puede efectuarse a caballo.
En el recorrido encontrará la tienda de artesanías denominada como la más alta de la región “Lava Store”, en la cual se pueden adquirir accesorios elaborados con rocas volcánicas como collares, aretes y pulseras. También se puede disfrutar de Pizza Pacaya, el emprendimiento de David García, el guatemalteco que se volvió viral gracias a la elaboración de uno de los platillos más consumidos del mundo de una forma muy peculiar: con lava del volcán.
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Actividades
A 10 minutos de las faldas del volcán de Pacaya se encuentra la Laguna de Calderas, en un territorio de 35 caballerías, dedicadas al turismo ecológico. En el lugar se puede practicar deportes extremos como snorkeling, canotaje, remo, rappel, canopy, big swings (columpios gigantes) así como disfrutar de camas elásticas acuáticas.
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