Al menos 26 personas murieron y otras 171 siguen desaparecidas tras el desprendimiento de un glaciar del Himalaya que provocó la crecida repentina de un río y una devastadora inundación en el norte de la India.
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El torrente arrasó el valle del río Dhauliganga, destruyendo todo lo que encontraba a su paso como carreteras y puentes.
Ashok Kumar, director general de la Policía de Uttarakhand, confirmó que 26 cuerpos habían sido recuperados.
La mayoría de los desaparecidos trabajaban en dos plantas de energía en la presa Richiganga. Algunos obreros quedaron bloqueados en dos túneles obstruidos por el torrente, de agua, barro y rocas, indicaron autoridades.
Cuadrillas de rescate usaban maquinaria pesada para remover toneladas de rocas.
“Era como en una película”
“Estábamos trabajando en el túnel, a 300 metros de la salida. De repente, escuchamos silbidos y gritos pidiéndonos que saliéramos”, dijo Rajesh Kumar, un sobreviviente de 28 años.
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“Había una nube de polvo cuando pasó el agua. La tierra temblaba como durante un sismo”, declaró Om Agarwal, otro lugareño.
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El río Dhauliganga es un afluente del Ganges, cuyas aguas son sagradas para los hindúes.
En un primer momento, las autoridades declararon que la represa fue arrasada por la crecida provocada por la caída de una parte del glaciar que se desprendió de una pared de la montaña.
Ahora evocan un posible fenómeno de vaciado brutal de un lago glaciar.
“Esta tragedia era imprevisible”, declaró Trivendra Singh Rawat, ministro del estado de Uttarakhand.
“Si el incidente hubiera ocurrido por la tarde, después del horario laboral, cuando los obreros y trabajadores de las obras y los alrededores ya estaban en sus hogares, la situación no sería tan grave”.
Los pueblos en las montañas que rodean el río fueron evacuados y las autoridades aseguraron que el mayor peligro de inundación ya pasó.
*Con información de AFP