Un fuerte terremoto de magnitud 6.4 sacudió este martes el territorio de Croacia, derrumbando edificios y provocando pánico entre los habitantes de la ciudad de Petrinja, en el centro del país.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), indicó que el sismo se registró a eso de las 12:30 horas (locales), y que ocurrió a una profundidad de 10 kilómetros.

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Por su parte, el Centro Sismológico Euromediterráneo, que situó en 6.2 la intensidad del terremoto, indicó que este también se sintió en la capital, Zagreb, donde la gente salió a las calles para ponerse a salvo.

El sismo tuvo lugar solo un día después de otro temblor de menor magnitud que también causó daños en edificios en Petrinja.

“No sabemos si tenemos muertos o heridos (…) Hay pánico general, la gente está buscando a sus seres queridos”, dijo el alcalde de Petrinja, Darinko Dumbovic, en declaraciones recogidas por la televisión regional N1.

Imágenes de la ciudad, donde viven unas 20 mil personas, mostraban el colapso numerosas estructuras, y calles cubiertas con ladrillos y escombros.

Rescatistas y el ejército fueron desplegados para buscar a posibles sobrevivientes atrapados entre restos de los edificios dañados.

Los Balcanes son una zona de fuerte actividad sísmica y los sismos son frecuentes.

Eslovenia cierra central nuclear

Tras el sismo en Croacia, Eslovenia, donde también se sintió el terremoto, anunció su decisión de cerrar, como medida preventiva, la planta nuclear de Krsko.

“Puedo confirmar el cierre preventivo” de la planta, dijo la portavoz Ida Novak Jerele, sin dar más detalles.

Según la agencia de de prensa STA, se trata de un “procedimiento normal en caso de fuertes terremotos”.

Además de Eslovenia, el sismo también fue sensible en varios países de la región, sobretodo en Hungría y Austria.

Construido en la época yugoslava y en funcionamiento desde 1983, el reactor de Krsko, de tipo Westinghouse y de una potencia de 700 megavatios, es el único en Eslovenia, que comparte el sitio nuclear con Croacia.

En un principio, se preveía el cese de su actividad en 2023, tras 40 años de funcionamiento. Sin embargo, Liubliana y Zagreb decidieron prolongar su actividad veinte años más, pese a las protestas de varias oenegés.

La central cubre alrededor del 20 % de la demanda eléctrica de Eslovenia y el 15 % de la de Croacia.

*Con información de AFP