Trágico accidente en Argentina. Un niño de apenas 8 años de edad murió tras recibir una fuerte descarga eléctrica al intentar enchufar un cargador de teléfono celular.
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Fuentes policiales, citadas por medios locales, indicaron que el accidente ocurrió a eso de las 01:00 horas (locales) del lunes, 20 de julio, en una vivienda situada en la localidad de Concordia, provincia de Entre Ríos, cuando el pequeño se encontraba en su habitación y quiso conectar el cargador a un tomacorriente.
Tras percatarse de la situación, familiares trasladaron inmediatamente al menor a un hospital, donde se confirmó su fallecimiento producto de un paro cardiorrespiratorio, como resultado del “shock eléctrico“.
“Si bien se le practicaron primeros auxilios y se trató de reanimarlo en el hospital, lamentablemente no se le pudo salvar“, dijo Miguel Altamirano, jefe de Operaciones de la Policía de Concordia.
La víctima sufrió severas quemaduras, específicamente en la mano derecha, la región pectoral y el tobillo derecho.
Informes preliminares señalan que el accidente pudo haber sido provocado por un enchufe en mal estado por algún desperfecto en el cargador.
“La potencia de la descarga fue mucha, y por eso terminó falleciendo“, explicó Altamirano.
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El funcionario explicó, además, que la vivienda donde ocurrió el accidente no contaba con un sistema de seguridad eléctrica.
“La casa no tenía llave térmica y tampoco disyuntor“, señaló.
Preocupa a expertos “hackeo” de cargadores
Un informe dado a conocer por Xuanwu Lab, división de la firma tecnológica Tencent, alerta sobre un nuevo problema de seguridad en algunos productos de carga de celulares, lo que los hace vulnerables a “hackeos” que podrían ocasionar accidentes e incendios.
Esta vulneración se lograría a través del malware BadPower, que permitiría manipular el firmware de los cargadores, específicamente de aquellos con carga rápida, que determina la potencia a entregar al dispositivo conectado, señala el portal Xataka,
El malware cambia la potencia soportada por el smartphone para sobrecalentarlo, al grado de quemarlo por dentro o provocar una explosión.