Una manifestación se lleva a cabo este jueves en la Ciudad de Guatemala para exigir que el estado de Calamidad Pública declarado por la emergencia del Covid-19 sea levantado y se libere la economía.
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Los participantes salieron en caravana desde la plaza el Obelisco, con dirección a la zona 1, a bordo de vehículos y portando banderas de Guatemala.
Al llegar frente al Congreso de la República detuvieron la marcha y gran parte de ellos descendió de los automóviles para expresar sus pronunciamientos. Otros se asomaron por las ventanas o la parte superior de sus carros.
“Queremos recuperar la libertad se ha reprimido. Esta es una manifestación para pedirle al Congreso que no se renueve el estado de Calamidad y al Gobierno que termine con esto”, dijo uno de los manifestantes.
“Estamos exigiendo que nos dejen trabajar para darle un sustento digno a nuestras familias”, expuso otro.
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Mientras que una participante mencionó que el confinamiento no es necesario para garantizar la vida de las personas, sino que limita su derecho a tener un empleo y a la libertad de locomoción.
“La única forma de sobrevivir es dejando a la gente trabajar como está acostumbrada. Tenemos que trabajar para ganar”, enfatizó.
Mientras el grupo de personas respaldaba su pronunciamiento gritando en una sola voz: “trabajo”, “trabajo”, “trabajo”.
“Solo queremos libertad, que se termine el encierro. El gobierno está haciendo pedazos la economía de millones de personas. Hay negocios cerrados y personas desempleadas”, añadieron.
Y consideraron que Guatemala no necesita llegar a extremos como el de un confinamiento que lleva más de tres meses, sino que lo único que hace falta es que se habilite la libertad de locomoción y de trabajo.
Médico advierte riesgos
Un médico que transitaba por el área en donde se llevaba a cabo la manifestación se detuvo para advertir el riesgo de este tipo de actividades.
Se identificó como Luis Guerra, otorrinolaringólogo con 20 años de ejercer la medicina, quien actualmente trabaja en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
Indicó que la situación en el sistema de salud es difícil, pues los hospitales están saturados, “el oxígeno está escaseando en todos lados” y “la gente está llegando (a los centros asistenciales) en estados que ya no son rescatables”.
Esto pese a que se ha optado por dejar en los centros asistenciales únicamente a los pacientes que tienen síntomas moderados o se encuentran en estado crítico.
Mientras que el resto, los asintomáticos o con síntomas leves, pueden quedarse en casa bajo supervisión del personal de salud.
El profesional dijo que respeta el derecho a manifestar de las personas, pero quiso pronunciarse sobre el riesgo.
“El mensaje es: no piense que esta es una enfermedad leve, por eso paré para decirlo. Entre ellos (los manifestantes) quizá hay alguien que no tiene idea de cómo son los hospitales”, enfatizó.
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