"La oscuridad y la muerte no tienen la última palabra", aseguró el Papa Francisco durante su homilía de la Vigilia Pascual. La celebración se llevó a cabo en la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano.
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El Sumo Pontífice subrayó que la fiesta en víspera de la Pascua constituye "un anuncio de esperanza".
"Todo irá bien, decimos constantemente estas semanas, aferrándonos a la belleza de nuestra humanidad y haciendo salir del corazón palabras de ánimo. Pero, con el pasar de los días y el crecer de los temores, hasta la esperanza más intrépida puede evaporarse", advirtió.
Pero "podemos y debemos esperar" pese a las "tristeza que podamos albergar", insistió.
Esta vigilia también pasará a la historia, pues todos los años era de las celebraciones más concurridas. Sin embargo, ante la pandemia del coronavirus, solo se autorizó la presencia de una decena de concelebrantes y una decena de fieles.
Todos se colocaron con una banca de diferencia. El silencio se apoderó del resto del templo.
Esta es la transmisión completa:
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"Que terminen las guerras"
El papa argentino se sumó al llamado realizado por Naciones Unidas a favor de un alto el fuego inmediato y mundial para preservar, frente al coronavirus, a los civiles más vulnerables en los países en guerra.
"Acallemos los gritos de muerte, que terminen las guerras. Que se acabe la producción y el comercio de armas, porque necesitamos pan y no fusiles", dijo.
La pandemia del coronavirus también ha impedido la celebración de bautismos durante esta misa tradicional de vigilia pascual.
El papa Francisco dará su bendición "Urbi et orbi" el domingo de Pascua también desde el interior de una basílica de San Pedro casi vacía. El año pasado asistieron 70 mil fieles.
*Con información de AFP.
