Las primarias demócratas en Iowa, que el lunes dieron inicio a la carrera por la Casa Blanca, derivaron en un fiasco ante "irregularidades" y demoras en la publicación de resultados.
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Iowa, un pequeño estado rural donde arranca la temporada electoral en Estados Unidos desde la década de 1970, es visto como un termómetro en el maratónico proceso para determinar quién le disputará la reelección al presidente Donald Trump en las elecciones del 3 de noviembre.
En una declaración leída en las cadenas estadounidenses, Mandy McClure, directora de comunicaciones del Partido Demócrata en Iowa, dijo que, tras hallarse "inconsistencias" en los informes de tres conjuntos de resultados, se ordenaron más controles.
"Esto es simplemente un problema de informes", agregó, negando la existencia de "un hackeo o una intrusión".
Dana Remus, consejera del exvicepresidente Joe Biden, escribió una severa carta al presidente del Partido Demócrata de Iowa, Troy Price, quejándose de las "fallas considerables" en la noche de los caucus.
"Creemos que las campañas se merecen amplias explicaciones e información relevante acerca de los métodos de control de calidad que están empleando, y una oportunidad para responder, antes de la divulgación de cualquier resultado oficial".
"Nada funciona"
El presidente Donald Trump no desperdició la ocasión para ironizar en Twitter sobre la situación demócrata.
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"Nada funciona, igual que cuando manejan el país".
"La única persona que puede reivindicar una gran victoria en Iowa anoche es 'Trump'," agregó.
Como se esperaba, el mandatario se impuso en los caucus republicanos y seguramente será confirmado como candidato en la convención nacional partidaria del 24 al 27 de agosto en Charlotte, Carolina del Norte.
Trump, sometido por los demócratas a un proceso de destitución que se espera que termine con su absolución el miércoles en el Senado, casi seguramente mencione el caos de Iowa cuando se dirija al Congreso y a la nación en su discurso anual sobre el Estado de la Unión, este martes.
Sanders alega escasa ventaja
Pese a la falta de resultados oficiales, el equipo de campaña del senador Bernie Sanders divulgó cifras cinco horas después de que abrieran las asambleas electorales que mostraban a Pete Buttigieg en segundo lugar.
En medio de la confusión, Sanders, se dirigió a sus partidarios antes de publicar los datos, para proclamar que tenía "un buen presentimiento" de que le iría "muy, muy bien" en la primaria.
"Hoy marca el principio del fin para Donald Trump", dijo el senador de 78 años, que se autoproclama como "socialista democrático".
Sanders dio luego el audaz paso de publicar resultados internos de casi el 40 % de los precintos.
Según estas cifras, el senador obtuvo 28.62 % de los votos, seguido de Buttigieg (25.71 %), la senadora Elizabeth Warren (18.42 %) y el exvicepresidente Joe Biden (15.08 %).
Caos y optimismo
El equipo de Warren rechazó la decisión de Sanders de divulgar cifras
"Cualquier campaña que diga que ganó o que arroje números incompletos está contribuyendo al caos y la desinformación", tuiteó su estratega en jefe, Joe Rospars.
Pero a medida que la espera se prolongaba, otros candidatos también afirmaron haber superado las expectativas.
"Estoy confiado", dijo Biden, quien pronosticó una votación "apretada".
La embarazosa situación en Iowa se produce cuando funcionarios están bajo presión para demostrar la integridad del sistema de votación del país, tras el escándalo de 2016, cuando Rusia fue acusada de interferir en las elecciones presidenciales para favorecer a Trump sobre Hillary Clinton.
Los caucus en Iowa ofrecerán un panorama inicial sobre la viabilidad de los 11 demócratas aún en liza, a pesar de que en ese estado solo están en juego 41 delegados de los mil 991 necesarios para ganar la nominación presidencial partidaria, que culminará en julio, en Milwaukee, Wisconsin, en la convención del partido.
*Con información de AFP