Noticias

Alegran el corazón de niños en la víspera de la Navidad

La sonrisa que provocan en los menores es la mayor recompensa para quienes llevan juguetes y tamales.

Un grupo de amigos de la infancia y otro de una fraternidad católica se unieron, sin saberlo, para provocar sonrisas en decenas de niños del interior del país.

PUBLICIDAD

Las mujeres y los hombres altruistas abandonaron las comodidades de la ciudad para buscar aldeas en las que pudieran entregar juguetes y compartir momentos de felicidad.

Ninguno iba en trineo ni vestía de rojo, pero llevaban el corazón lleno de amor y ganas de servirle al prójimo.

Las comunidades visitadas están en la aldea Santa Marta, en Sumpango, Sacatepéquez, y en Patzocón, en San Martín Jilotepeque, Chimaltenango.

Ejemplo divino

Integrantes de la Juventud Franciscana (Jufra) zona 1 se unieron para llevar alegría a más de 400 personas en San Martín Jilotepeque.

PUBLICIDAD

Para llegar a la comunidad Patzocón viajaron 15 minutos en vehículo desde la cabecera municipal.

A eso había que sumarle una extensa caminata para lograr su cometido: “Compartir el espíritu navideño”.

Entregan regalos a niños en San Martín Jilotepeque, Chimaltenango Entregan regalos a niños en San Martín Jilotepeque, Chimaltenango

El domingo 9 de diciembre, los jóvenes llevaron tamales, magdalena, juguetes, premios y piñatas, mientras que los niños los recibieron con sonrisas.

Los menores de escasos recursos expresaron su gratitud por el momento de alegría compartido.

Pero, quienes se llevaron las alforjas llenas de felicidad fueron los miembros de la Jufra zona 1.

La tradición de los cuates

Un grupo de amigos, que se conoció en la colonia Primero de Julio de la zona 5 de Mixco y en la colonia La Florida, zona 19 capitalina, se mantiene unido y solidario.

Cuando se reúnen cuentan las anécdotas de aquellos días de quemar cuetes, jugar en la calle y abrazar a su familia.

En medio de la alegría que provocan los recuerdos, se les ocurrió sembrar semillas de felicidad en desconocidos.

Es por ello que dispusieron regalar juguetes a los pequeños de aldea Santa Marta, en Sumpango, Sacatepéquez.

Con el transcurso del tiempo se han sumado otros amigos que han hecho en las reservas militares.

El momento

El 24 de diciembre por la mañana es el día esperado para compartir la alegría con los niños.

Al llegar al centro de Sumpango saben que aún les faltan recorrer otros cinco kilómetros de caminos de terracería.

No avisan su arribo, pero los niños ya los esperan. Hoy cumplieron seis años de ver cómo se ilumina el rostro de los pequeñines al ver una muñeca, un peluche y un tractorcito.

Los juguetes han sido recolectados desde el inicio de año gracias al apoyo de personas desinteresas.

Con la impaciencia de quien va a recibir un regalo, los niños tratan de esperar su turno.

En ese momento se les olvida que están descalzos, que tienen frío y tal vez hambre; solo están contentos y agradecidos.

El grupo de amigos regresa a su casa emocionado y con lágrimas en los ojos, porque dieron no lo que les sobraba, sino que compartieron algo de lo poco que tienen.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último