Este jueves fue inaugurado el Centro de Atención Permanente (CAP) en el municipio de Jocotán, Chiquimula, el cual fue nombrado “Patricia de Morales”, en honor a la primera dama de la nación.
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Este centro se edificó por medio de un alianza estratégica entre el Gobierno y entidades del sector público, con una inversión de Q8.5 millones.
Estará disponible para la atención de la población en general, incluyendo especialidades para la mujer y la niñez. Se prestarán servicios las 24 horas para beneficiar a más de 400 mil habitantes.
En un acto público se anunció oficialmente la apertura. En este participaron el presidente Jimmy Morales,la primera dama, autoridades locales, de los Ministerios de Salud y Defensa, así como representantes de las entidades que formaron parte de este proyecto.
El CAP lleva el nombre de Patricia Marroquín de Morales, quien durante su discurso resaltó el trabajo en equipo que conllevó concretar este beneficio para los guatemaltecos, que según dijo, hace un año era solo un sueño.
“Yo me siento muy feliz y emocionada por este gesto de que el centro lleve mi nombre, pero mucho más comprometida con mi país de poder servir desde el lugar que esté para que quienes más lo necesitan puedan ser atendidos”, destacó la primera dama.
“Gracias presidente porque esa fortaleza Dios nos la ha dado y porque siempre te levantas. Por mucho cansancio o mucho estrés que haya, por mucha crítica, siempre se levanta. Muy orgullosa del hombre que Dios me dio como esposo”, expresó.
Aseguró que nunca en su vida pensó ser primera dama de su país, pero lo considera como “un privilegio”.
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Resalta trabajo
Morales inició su discurso agradeciendo a Dios porque le dio “el privilegio” a su familia de servir a Guatemala desde la Presidencia.
Además, resaltó que Marroquín, desde la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep), ha trabajado para que haya diferentes obras que beneficien a personas mayores, ciudadanos con capacidades diferentes, mujeres y niños.
“Ella nació a los siete meses y tiene una cicatriz donde tuvo una sonda para alimentarla porque estuvo en incubadora dos meses”, compartió Morales como parte del “testimonio de vida” de su esposa.
Además, aseguró que es por ese elemento y por muchas cosas más que siempre ha trabajado para ayudar a los niños y mujeres embarazadas. “Creo que Dios la premió con la posibilidad de poder estar al frente de la SOSEP”.
Señaló sentirse orgulloso por compartir su vida con Patricia Marroquín, su “querida flaca”, como la llamó.
“Gracias a Dios por la esposa que me dio, una mujer de mil batallas. Ahora que vemos el nombre de ella plasmado, muchísimas gracias a todos los que han participado”, dijo.