Australia podría unirse próximamente a la reducida lista de países que han decidido mudar su embajada en Israel, de Tel Aviv a Jerusalén.
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En declaraciones a la prensa, el primer ministro Scott Morrison dijo que la sugerencia vino del ex embajador Dave Sharma, candidato del oficialista Partido Liberal en unas elecciones el sábado en un sector de Sydney con gran población judía.
Está en juego la mayoría de un solo escaño que tiene el gobierno en la Cámara de Representantes, y la capacidad de Morrison de seguir en el poder sin tener que llegar a acuerdos con legisladores independientes.
Cualquier beneficio obtenido de mudar la embajada podría traer consecuencias negativas en las relaciones de Australia con países musulmanes, inclusive la vecina Indonesia, cuyo ministro de Exteriores expresó fuertes preocupaciones en torno al plan de Canberra.
El actual Gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, violó décadas de política de Washington al reconocer a Jerusalén como la capital de Israel en mayo y mudar su embajada allí desde Tel Aviv. La decisión causó furia entre los musulmanes y frustra las esperanzas palestinas de tener estado propio. Los palestinos consideran a Jerusalén oriental, sector conquistado por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967, como capital de un futuro estado.
Morrison dijo que Australia sigue a favor de hallar una solución al conflicto en que existan dos estados: uno judío y un estado palestino.
"Cuando se formulan propuestas sensatas que coinciden con la política exterior en este caso con la búsqueda de crear dos estados, Australia debe tener una mentalidad abierta para estos casos”, dijo Morrison.
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Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que había hablado recientemente con Morrison y que aplaudía el traslado.
*Con información de AP