Anderson Daniel Cabrera Cifuentes, alias “chatia” o “little boy”, quien permaneció prófugo de la justicia por más de un año, murió este jueves tras quitarse la vida de un disparo para evitar ser recapturado.
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Cabrera, catalogado por las autoridades como“ranflero de alta peligrosidad” de la clica Vatos Locos de la Mara Salvatrucha (MS), fue liberado en agosto de 2017 en un ataque armado en el hospital Roosevelt que dejó siete personas muertas y 12 heridas.
La Policía Nacional Civil (PNC) llevó a cabo las pesquisas y por medio de información de inteligencia logró ubicarlo en una vivienda de la zona 18, en donde hoy sería detenido, pero tras intercambiar disparos con los agentes, se quitó la vida.
Hasta el momento se ha mencionado una hipótesis sobre por qué el prófugo habría tomado esa decisión.
Dentro de la clica, Cabrera se encargaba de la logística y coordinación de las actividades criminales como extorsión, sicariato, robo de vehículos y venta de droga al menudeo, según investigaciones de las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, preliminarmente se conoció que luego de recobrar su libertad inició con el proceso para tratar de independizarse y formar su propia clica, lo que le permitiría poder dirigir acciones criminales y así aumentar sus ingresos económicos.
Tomando en cuenta que habría sido la MS la que lo rescató el año pasado, esto significaría una traición para sus compañeros de la pandilla.
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Al parecer ellos ya conocían sus intenciones de buscar beneficios personales, por lo tanto, Cabrera habría considerado que regresar a la cárcel sería un riesgo, pues podría ser víctima de algún tipo de venganza.
Los detalles de lo ocurrido deberán ser confirmados por las autoridades. Fiscales del Ministerio Público y a gentes de la PNC se presentaron al inmueble en donde residía alias “little boy” para iniciar con las investigaciones.
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Meses sin saber su paradero
El presunto integrante de la Mara Salvatrucha (MS) fue rescatado en agosto de 2017 por un grupo armado cuando se encontraba en el hospital Roosevelt, a donde había sido trasladado para recibir atención médica.
Sus cómplices accionaron armas de fuego para permitirle escapar y acabaron con la vida de siete personas e hirieron a otras 12. Entre las víctimas hay guardias del Sistema Penitenciario, pacientes y trabajadores de ese centro asistencial.
Por más de un año fue buscado por las autoridades e incluso se ofreció una recompensa de hasta Q150 mil para quien brindara datos que permitieran dar con su paradero.
La información de inteligencia que recopiló la Policía Nacional Civil (PNC) permitió que fuera ubicado en el lote 13 de la manzana 33, sector 3, colonia Mirador de la Cruz, zona 18 capitalina, donde hoy sería recapturado.
Los agentes rodearon el inmueble, en donde Cabrera se encontraba acompañado de su esposa y su hijo de 8 años. Pero cuando él notó la presencia policial decidió permitirle a su familia que saliera del lugar y se disparó en la cabeza.
Según Pablo Castillo, portavoz de la PNC, la pareja de alias “little boy” dijo que él aseguró que prefería estar muerto que regresar a la cárcel.
De acuerdo con vecinos, no habían observado nada irregular en esa vivienda ni en cómo actuaba la familia, por lo cual nunca imaginaron que era un peligroso pandillero el que desde hace cuatro meses rentaba la propiedad.