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Bélgica estudia situación de estudiante belga detenida en Nicaragua

El Gobierno de Bélgica aseguró que "sigue de cerca" el caso la estudiante Amaya Coppens, detenida el lunes en la ciudad de León a manos de policías y paramilitares.

En declaraciones a la radiotelevisión francófona RTBF, el canciller belga, Didier Reynders, aseguró este miércoles que su país "sigue de cerca" el caso de la estudiante belgo-nicaragüense Amaya Coppens, detenida el lunes en Nicaragua tras participar en las protestas opositoras contra el gobierno del presidente Daniel Ortega.

Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), confirmó que Coppens, una estudiante de Medicina de 23 años de edad, fue "sacada a la fuerza la tarde del lunes de su casa en la ciudad de León por policías y paramilitares".

La joven es, además, una de las principales dirigentes del Movimiento Estudiantil 19 de Abril, surgido a raíz de las protestas que estallaron en abril en contra del gobierno de Ortega.

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Wendy Flores, la abogada del Cenidh que lleva el caso, dijo que la policía les informó este mediodía que Coppens está detenida en la cárcel El Chipote, en Managua. El lugar es considerado por defensores de derechos humanos como un centro de torturas.

Junto a Coppens, otros 300 opositores permanecen presos sin orden judicial en Nicaragua, tras ser detenidos en los operativos contra los manifestantes. Muchos de ellos enfrentan causas criminales por "terrorismo" y otros delitos.

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Familia teme que la torturen

Mientras la joven permanece detenida en la capital nicaragüense, su familia teme que esté siento torturada por sus captores.

"(Amaya) fue trasladada directamente a un centro de detención preventiva que se llama El Chipote, donde hay casos probados de tortura, de torturas especialmente atroces", afirmó a la RTBF Frédéric Coppens, padre de la joven estudiante.

"Tengo miedo. Sabemos de casos de torturas en las prisiones", dijo por su parte Diego Coppens, hermano de Amaya. "Temo por ella, pero al mismo tiempo no pierdo la esperanza, ya que me imagino las prisiones llenas de jóvenes, de gente, por lo que ella no está sola".

La crisis en Nicaragua ha dejado más de 320 muertos y alrededor de 2 mil heridos. Comenzó el 18 de abril, con las manifestaciones en contra de un proyecto de reforma de la seguridad social, actualmente abandonado, y se transformó en un movimiento para exigir la renuncia del presidente Ortega.

*Con información de AFP

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