El uruguayo Coroleano Marcelo Umpierrez, investigador de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), declaró como testigo en el juicio por el caso “Amatitlán” y confirmó que la exvicepresidenta Roxana Baldetti y su hermano Mario Baldetti Elías eran quienes tenían el poder en la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (AMSA).
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Por medio de la investigación realizada por el equipo policial de la CICIG se estableció que la exfuncionaria y su hermano eran conocidos con los sobrenombres de “la Gran Jefa” y “el Gran Jefe”, respectivamente.
Baldetti Elías era la persona a la cual le respondía todo el personal de AMSA, incluso el exdirector de la entidad, Edwin Francisco Ramos, procesado en el caso, quien le pedía autorización para el uso de viáticos, aseguró.
Umpierrez explicó que en una ocasión Baldetti Elías ordenó a trabajadoras de esa entidad que recopilaran una información que posteriormente él trasladaría a “la Gran Jefa”.
Algunas de las órdenes
El hermano de la exvicemandataria no ocupaba ningún cargo público durante la administración gubernamental del desaparecido Partido Patriota, pero gozaba de varios beneficios, dijo el investigador.
Agregó que por instrucciones del ahora procesado, todos los vehículos de AMSA debían ser trasladados a un taller mecánico de su propiedad en la zona 4 capitalina, para darles mantenimiento. Actividad por la cual obtenía ingresos económicos.
Además de los hermanos Baldetti, en este caso están señaladas otras 11 personas, quienes estarían vinculadas con un fraude al Estado de Guatemala por medio de la compra de una fórmula que supuestamente serviría para sanear el lago de Amatitlán.
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