Una nueva ola de protestas y enfrentamientos en el sur de Nicaragua dejó el domingo al menos cuatro personas heridas.
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"Tenemos cuatro heridos confirmados (en el departamento sureño de Masaya) y estamos en proceso de verificación de otros", indicó el Centro Nicaragüense de Derechos humanos (Cenidh), un ente independiente.
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Sin embargo, estudiantes que participaron de las protestas dijeron que la cifra de heridos era superior.
"Solo en un puesto médico eran 45 heridos en Catarina", un municipio de Masaya, declaró a periodistas un integrante del estudiantil Movimiento 19 de Abril, de Masaya.
"Demandamos el cese inmediato de las agresiones en contra de los que queremos la restauración de la democracia" y se "detenga la cacería de brujas" contra los manifestantes, exhortó el grupo en una declaración.
Los estudiantes encabezan, desde el 18 de abril, las protestas más fuertes en los 11 años de gobierno del presidente Daniel Ortega, las cuales han dejado un saldo de 45 muertos y más de 400 heridos, de acuerdo con el Cenidh.
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La justicia por los muertos "solamente puede ser alcanzada con la renuncia incondicional de los tiranos y de su séquito de criminales. Consideramos como un asunto de primer orden la disolución de la dictadura y el restablecimiento de la democracia", señaló el movimiento juvenil, en referencia al gobierno de Ortega.
Las manifestaciones del domingo ocurrieron luego de que el Parlamento, controlado por el oficialismo, creara una "Comisión de la Verdad" para investigar las muertes ocurridas en las protestas. La iniciativa fue rechazada por diversos sectores que piden una investigación independiente.
Cientos de pobladores de Masaya salieron a las calles a demandar, de manera pacífica, la renuncia del presidente Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Pero fuerzas antimotines se apostaron en la carretera entre los municipios de Catarina y Niquinohomo y lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes.
"Cuando íbamos de regreso a Niquinohomo, fuimos atacados por grupos de choque de la Juventud Sandinista", afín a Ortega, dijo Juan Potosme, de 36 años, quien resultó herido en el ojo derecho por un disparo de balín.
El mandatario nicaragüense había manifestado previamente su disposición de realizar un diálogo nacional que diera salida a la crisis política y social, pero este aún no tiene fecha. La Iglesia católica ha exigido al gobierno y la policía "detener la represión" para funcionar como mediadora y salvar la negociación.
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