“Álvaro Arzú estaba jugando golf cuando se desplomó, tuvo un infarto fulminante. Yo estaba en las cercanías y en menos de cinco minutos estaba junto a él, pero estaba muy mal, tratamos de reanimarlo”, relató Stephan Preuss.
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El alcalde estaba en el campo de golf, posiblemente a medio juego, calcula Preuss, quien dijo que pese a la asistencia cardio respiratoria que le dieron durante aproximadamente 20 minutos, nunca hubo una respuesta positiva.
El traslado al hospital
“Llegaron los bomberos y luego se lo llevaron al hospital El Pilar. Les dije lo llevaran al hospital más cercano, pero realmente estaba muy mal. Esos infartos son fulminantes y cuando son así, hay muy poco por hacer”, narró Preuss.
Los intentos de reanimarlo fueron con todo lo que tenía en la mano. Cuando Arzú cayó al suelo ya no pudo hablar ni pedir nada. “El corazón nunca respondió adecuadamente”, explicó el hombre que intentó salvarle la vida alcalde.
No bastaron los esfuerzos
Preuss recuerda que cuando iban en la ambulancia intentaron de nuevo reanimar a Arzú con un desfibrilador, pero los signos no mejoraron, al llegar al hospital hicieron la misma maniobra, pero sin resultados.
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“Simplemente son cosas que pasan, es devastador, estamos bastante afectados porque se hizo todo lo posible para salvarle la vida, pero no se pudo”, afirmó.
¿Cómo lo recordará?
Stephan Preuss recuerda que al alcalde le encantaba la práctica del golf y lo hacía junto con sus amigos.
“Lo conocí en diferentes etapas de mi vida. Era un hombre con determinación, de carácter fuerte, si podía ayudar, lo hacía, era un líder y estaba claro en su manera de pensar y en lo que quería. Era un ejemplo para Guatemala, nadie es perfecto, pero él era un gran hombre”, dijo Preuss al hablar del expresidente de la República.
