La reunión sostenida el pasado domingo entre el presidente Jimmy Morales y varios diputados en Casa Presidencial para dialogar acerca del Presupuesto 2018, fue el tema abordado hoy en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas.
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Como invitados en cabina participaron Aníbal García, exdiputado y excandidato presidencial; y Hugo Maúl, investigador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
Los entrevistados coincidieron en que no debe “satanizarse” el hecho de que existan reuniones entre representantes de los Organismo Ejecutivo y Legislativo; sin embargo, resaltaron que los antecedentes hacen que exista incertidumbre en cuanto a lo que se podría estar negociando.
De acuerdo con los expertos, pese a que las demandas ciudadanas van enfocadas en que existan cambios en el sistema político y que los funcionarios y diputados se enfoquen en el desarrollo del país, pareciera que los parlamentarios no están conscientes de esa realidad, pues no se observan nuevas actitudes de parte de ellos.
Desde 2015, la ciudadanía le gritó a todos los políticos “queremos que cambien las reglas del juego”, que actúen de forma diferente y que representen los intereses del pueblo; pero hasta hoy no se observan elementos para pensar que los diputados tengan la intención de hacer algo distinto, refirió García.
Añadió que hace falta un diálogo franco, sincero y transparente entre ambos Organismos, y aseguró: “el país está necesitando a gritos que los actores políticos del país asuman su responsabilidad”.
García agregó que esto no es nuevo, viene de todos los Gobiernos, ha sido una dinámica constante de reuniones públicas, privadas y semipúblicas para negociar el presupuesto, lo cual no es malo. Pero, lo que menos hay es discusión sobre temas nacionales, sino que hay negociaciones espurias,y un reparto del presupuesto.
“Estamos frente a una clase política deslegitimada, frente a organismos de Estado dirigidos por funcionarios que no tienen legitimidad y eso es grave, porque si se hablara de instituciones fortalecidas, esto no tendría por qué causarnos ninguna duda”, dijo García acerca del encuentro del fin de semana.
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En ello coincidió Maúl, quien opinó: “estamos ante una clase política deslegitimada”, y señaló que es comprensible que la población sospeche que lo actuado por los diputados tiene un doble fondo.
Mientras tanto, el vocero presidencial Heinz Hiemann reiteró que el tema de conversación fue el Presupuesto 2018, y que el encuentro fue solicitado por el diputado oficialista Javier Hernández.
“Fue una reunión de carácter informal, un tanto social, pero en la cual se abordó el tema del presupuesto y sobre algunas leyes que están en proceso de aprobación”, expuso.
Y mencionó que las prioridades de la gestión de Morales para 2018 son: mejor educación, mejor salud, seguridad y continuar el desarrollo de infraestructura en tramos carreteros “que han sido abandonados por años en otras administraciones”.
“Esas son las preocupaciones de que si el presupuesto tiene cambios, por lo menos en estos rubros se mantenga”, refirió.
Hiemann añadió que el presidente “está en toda la libertad de reunirse con los diputados” porque “tiene que hacerlo”, pues cabildea propuestas de ley y el presupuesto de cada año, por lo cual aseguró que en ningún momento se ha negociado nada bajo la mesa.
En cuanto al tema de la junta directiva del Congreso, señaló que no se abordó durante esa cita, y afirmó que Morales es respetuoso de la independencia de poderes, por lo cual trabajará con quienes resulten electos y ocupen la directiva.
Pacto de corruptos
El 13 de septiembre de este año, el Congreso aprobó reformas al Código Penal que beneficiaban a secretarios de partidos políticos al quitarles la responsabilidad si se dieran señalamientos por financiamiento electoral ilícito, y además conmutaban las penas de prisión para múltiples delitos.
Esto generó rechazo en la población y dio origen a movilizaciones ciudadanas para pronunciarse contra lo que se denominó “pacto de corruptos”. Dos días después, los diputados dieron marcha atrás y archivaron los decretos recién aprobados.
García calificó esa situación como “la mayor ignominia jurídica que ha existido en el país”, y dijo que pese a ello no se observa en la mayoría de los legisladores un interés mínimo de ser transparentes y honestos, o al menos “tener algo de ética en el ejercicio de su función pública”.
A la población lo que le molesta es que no hay un propósito de enmienda en los legisladores, señaló Maul por su parte.
A criterio del investigador del CIEN, “pacto de corruptos” es un “eslogan muy bien puesto a la sintomatología, porque el pacto de corrupción va más allá de lo del 13 de septiembre”. La aprobación de las reformas es solo “la punta del iceberg”, manifestó.
En tanto, acerca del término “pacto de corruptos”, el vocero presidencial expresó: “descartamos y aborrecemos esa connotación que están dando con puras presunciones donde están tratando de especular y manipular información que no es así.
Señalan falencias en el presupuesto
Dos días faltan para que venza el plazo para aprobar el Presupuesto 2018 y ante ello los expertos refirieron que aún deben analizarse ciertos aspectos del dictamen favorable que dio la Comisión de Finanzas del Congreso.
A criterio de Maúl, tanto la propuesta enviada por el Ejecutivo como la aprobada por la sala legislativa presenta ciertas falencias. “Tenemos un presupuesto desfinanciado”, expresó el investigador.
De igual forma, señaló cuatro modificaciones primordiales que deberían aplicarse:
- Eliminar un bolsón de cerca Q2 mil millones que está asignado a ingresos tributarios que no se sabe cómo se van a conseguir, pues la meta de recaudación es muy elevada y no se va a alcanzar
- Eliminar artículos concretos del dictamen, entre estos, los 98, 99 y 104, donde se permite usar endeudamiento público para pagar gastos operativos y corrientes.
- Obligar al Ministerio de Finanzas que absorba las pérdidas operativas del Banco de Guatemala, como lo manda la ley, y no siguiendo con este juego al que hemos estado sujetos en estos últimos años.
- Reconocer que esta fijación de metas de recaudación tributaria por encima de lo que realmente se puede es un juego que viene desde hace 6 o 7 años, y se hace para dar un espacio más grande al gasto y que no se vea tan desfasado el tema de ingresos respecto a gastos.
El investigador afirmó que restando los nueve diputados que participaron en la reunión con Morales quedarían 149, que tienen la oportunidad de “hacerse grandes” tomando decisiones que realmente mejoren el dictamen.
Por aparte, García criticó que aparentemente la Comisión de Finanzas del Congreso ha impreso una forma de trabajo donde se toman en cuenta las posturas de sociedad civil y eso es bueno, “pero al final los diputados hacen lo que les da la gana”.
En ese sentido, Maúl dijo que el ejercicio de presupuesto abierto fue de carácter comunicacional, pero en el proceso de discusión y elaboración del dictamen la participación de la sociedad civil fue limitada.
“Tenemos un presupuesto que está muy bien adornadito, pero en el fondo tiene las falencias que ha tenido” años atrás, refirió.
Mientras que Hiemann aseguró que el Ejecutivo hizo un presupuesto abierto y transparente donde participaron instituciones del Estado y personas de la sociedad.
“Hemos hecho nuestro trabajo con el presupuesto y ahora la pelota está del lado de la cancha de los diputados”, expresó el vocero.
Maúl consideró que la atención se debe centrar en el dictamen y no en la “cortina de humo” de la reunión del domingo, pues hay deficiencias que se deben discutir ya que de lo contrario hay “varios goles importantes que podrían meterse” al aprobar el presupuesto.
Las falencias en el dictamen de la comisión de Finanzas son tales que Maúl señaló: “No sé si convendría aprobar ese presupuesto con ese dictamen”.
Finalmente, el exdiputado García explicó los temas legales en cuanto a los plazos para aprobar el presupuesto y para elegir junta directiva del Parlamento.
“Ha sido una ingrata costumbre que el presupuesto se aprueba en paquete, que incluye junta directiva, comisiones y otro tipo de cosas, es algo lamentable y condenable”, refirió.
Pues, el presupuesto debe aprobarse, o no, a más tardar el último día de noviembre, mientras que la junta directiva debe estar electa y lista para tomar posesión antes de la fecha del cambio de mando, que es el 14 de enero.