Más de 24 horas después del sangriento tiroteo que dejó un saldo de 59 muertos y más de 500 heridos en Las Vegas, continúan saliendo a la luz historias de personas que sobrevivieron a la masacre.
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Una de ellas es la de Carly Krygier, una mujer que se encontraba entre la multitud cuando ocurrió el ataque. Junto a ella se encontraba su hija, de apenas cuatro años de edad. Ambas, afortunadamente, sobrevivieron.
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En entrevista con CNN, Krygier relató el dramático momento en el que inició el tiroteo. “Escuchamos lo que creíamos que eran fuegos artificiales. Le tomó a todos un par de segundos darse cuenta de que no lo eran”, dijo la mujer.
“Fue ahí cuando la gente empezó a gritar \'¡Agáchense!\'. Puse a mi bebé en el suelo y me recosté sobre ella. Cuando escuchamos que paró (el tiroteo) por un momento, corrimos hacia las gradas que estaban justo detrás de nosotras”.
Krygier recalcó, sin embargo, que en todo momento pensó en tener a su hija “lo más protegida posible”.
Mother who attended Las Vegas concert with young daughter: "I put the baby on the ground and got on top of her" https://t.co/pmhXgttnnX
— CNN This Morning (@CNNThisMorning) October 2, 2017
Al ser cuestionada por la entrevistadora sobre si su hija se encontraba bien tras la traumática experiencia, la mujer dijo que para ella todo fue “abstracto”.
“Es raro. Lo he discutido con mis amigos y es muy abstracto para ella (…) ella fue increíblemente valiente. No lloró, ni gritó, ni preguntó qué estaba pasando. Creo que estará bien. Es solo algo desafortunado que le pasó”.
El autor del tiroteo, un “tipo normal”
Stephen Paddock, el estadounidense que mató a decenas de personas en Las Vegas, era un adinerado jubilado de 64 años, que vivía junto a un apacible campo de golf cerca de la capital del juego, adonde le gustaba ir a apostar.
No tenía antecedentes penales, ni razones para llamar la atención de las autoridades. Pero el domingo, algo cambió. Paddock se ubicó en la ventana de su habitación, en el piso 32 del hotel Mandalay Bay, y abrió fuego indiscriminadamente en contra de una multitud reunida para un concierto de música country.
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El último reporte policial daba cuenta de 59 personas muertas y 527 heridas.
Paddock se quitó la vida antes de que las autoridades llegaran hasta él. Las razones para el ataque aún se desconocen.