Theresa May se juega su futuro este lunes en una reunión con diputados de su partido conservador, furiosos con el revés registrado en las legislativas del jueves, que los obliga a buscar un acuerdo con una formación norirlandesa ultraconservadora.
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Muy debilitada al haber perdido su mayoría absoluta en el Parlamento, May tendrá que rendir cuentas de este fracaso inesperado, pues las encuestas le eran ampliamente favorables.
En una entrevista con la cadena de televisión británica Sky News el domingo por la noche, May negó estar "en estado de shock" y desafió a quienes la instan a dimitir, determinada a seguir gobernando.
El viernes ya confirmó que pensaba "empezar las negociaciones del Brexit en las dos próximas semanas, conforme a lo planeado".
Boris Johnson, que revalidó en la cartera de Relaciones Exteriores, negó los rumores que apuntaban a que pretende suceder a May.
"A quienes dicen que la primera ministra debe dimitir, o que debemos celebrar nuevas elecciones o incluso (Dios nos libre) un segundo referéndum, les digo que se olviden", escribió en el tabloide The Sun.