Este lunes, en el programa A Primera Hora de Emisoras Unidas, se conversó acerca del proceso de elección del nuevo titular de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), que se encuentra actualmente en desarrollo, así como el perfil ideal para ocupar ese cargo. Además, se habló sobre la importancia y funciones que tiene esa institución en Guatemala.
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Los invitados fueron: Elvin Díaz, director del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala (ICCPG); Aquiles Faillace, presidente de la Asociación de Dignatarios de la Nación; y la abogada Marta Altolaguirre.
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Faillace recordó que desde hace miles de años surgió en el mundo la figura de delegados destinados a verificar que los gobernantes no abusaran de sus derechos sobre el pueblo.
Indicó que en la actualidad el soberano es el pueblo y es el pueblo el que delega un Procurador.
Y dijo además que “el PDH nace directamente del poder constituyente, no es ningún funcionario nombrado por la gracia y buena fe de ningún gobernante”.
Mientras tanto, Díaz explicó que la figura del procurador tiene 30 años en Guatemala y fue creada con la actual Constitución Política de la República.
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Resaltó además que es importante el trabajo del PDH, también conocido como ombudsman o magistrado de conciencia, especialmente en un país con altos niveles de conflictividad como Guatemala, pues es la “institución garante de proteger a todas las personas en el ejercicio de sus derechos”.
Díaz señaló que la PDH “promueve, verifica y supervisa que toda institución que ejerce poder público tenga consideración con los ciudadanos para garantizar el ejercicio de sus derechos, e incluso puede sancionar moralmente al Estado”.
Perfil
Con relación a las características que debe tener un procurador, Díaz indicó que ningún candidato debe estar vinculado a intereses de la clase política y tampoco tener señalamientos en su contra. De igual forma, no debe tener tachas o estar sometido a un proceso de investigación penal.
Asimismo, dijo que debe conocer la gestión pública porque es la que debe estar permanentemente evaluando y tener compromiso en la lucha contra la corrupción.
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Añadió que no solo es importante el proceso de elección, sino que es necesario que permanentemente la ciudadanía tome en cuenta qué hace el PDH para defender los derechos.
Para Faillace, el candidato a magistrado de conciencia debe de ser una persona altamente política, pues mencionó que si no “se cae en un funcionario nombrado que se siente con la cola machucada”.
Mientas que a criterio de Altolaguirre, que haya tenido experiencia y que tenga claridad de sus funciones, son los requisitos necesarios para el nuevo PDH.
Y en cuanto al requisito de que el PDH debe ser abogado, tanto Díaz como Faillace consideraron que hay otros perfiles a nivel profesional que podrían cumplir esas funciones si tienen experiencia en el tema.
Independencia
Altolaguirre señaló que a su criterio, a la figura de PDH le falta autonomía. Indicó que el hecho de que lo elija un Congreso “que se ha distinguido por trabajar por intereses de ciertos poderes políticos o personas, lastima la función del procurador”.
“Aunque no sea funcionario público, es nombrado por la comisión del Congreso y eso lo ata”, mencionó. Y dijo que podría ser más autónomo si no viniera del Organismo Legislativo.
La abogada afirmó que si quien ocupe el cargo tuviera más autonomía podría actuar bastante más efectivamente en cuanto a la protección de los derechos.
Dijo además que el “impacto politiquero” es lo que ha dominado los procesos de elección del PDH, y que se dan “maniobras de nombrar gente que va a estar sumisa a determinados grupos”.
En tanto, Faillace discrepó sobre lo dicho por la entrevistada. “El que sea electo por el Congreso no lo supedita a su actuar”, dijo.
Añadió que el PDH “debe rendir un informe, más no estar sujeto ni a órdenes ni presiones de la Comisión de Derechos Humanos del congreso. Una vez es electo (el titular), la oficina del PDH es absolutamente autónoma”.
Lo que sí se ha dado en el país es que los funcionarios que han llegado al puesto se han dejado “poner la alfombra encima”, indicó el entrevistado.
Derechos para todos
Los invitados fueron cuestionados sobre la idea que algunos pobladores tienen sobre que supuestamente la PDH “defiende a los ladrones”.
Sobre ello, Faillace dijo que “construir, defender y mantener la defensa de un auténtico estado de Derecho, es el mandato de un PDH. (Y que) eso significa defender a los buenos y a los malos, pues hay que recordar que existe la presunción de inocencia”.
Por su parte, Altolaguirre consideró que “los derechos individuales deben protegerse necesariamente y obligadamente”.
Asimismo, señaló que algunas veces se interpreta que los derechos humanos están dirigidos a la gente de izquierda, pero aclaró que no es así.
Mientras que Díaz afirmó que “los derechos humanos están garantizados para todas las personas”.