Ben Affleck estuvo como invitado en el programa "Despierta América" para hablar de su más reciente película, y en donde sorprendió al hablar en español.
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Lo que más llamó la atención no fue que Affleck se presentara en un programa no hablado en inglés sino que él mismo dejó de lado su lengua materna y se expresó de manera fluida.
Cuando los presentadores hicieron énfasis en lo bien que habla español, Affleck compartió una anécdota pues dijo que su hija Violet, quien ya tiene 14 años, "es un poquito mejor" que él con el idioma, aunque presumió que su acento es mejor.
"Aprendí español en México cuando tenía tres años, viví allá. No tengo un perfecto vocabulario, los verbos, pero tengo acento", indicó.
Íntima confesión
Una de las presentadoras le preguntó al actor sobre su declaración al periódico The New York Times, en la que señaló "mi mayor arrepentimiento es este divorcio", en relación con Jennifer Garner, la madre de sus tres hijos.
El artista respondió diciendo que es importante el arrepentimiento y recordó que fue algo muy doloroso, sobre todo por los pequeños.
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"El divorcio con niños es muy difícil, siempre, tenemos que hacer lo mejor que podemos, tengo mucha suerte porque Jennifer es una mujer muy buena y trabajamos juntos para criar a nuestros niños".
Aunque no le gusta mucho hablar del tema y así evitar un discurso de tristeza, si aseguró que hay cosas que se pueden hacer para mejorar, pues los niños son muy adaptables.
Su batalla contra la adicción
Recordemos que hace unos años él vivió una oscura etapa en la que estaba sometido a la adicción y cómo eso terminó por arruinar su matrimonio.
"Las personas con comportamiento compulsivo… y yo soy uno de esos, tenemos este tipo de molestias básicas todo el tiempo de las que nos intentamos deshacer”, explicó en la charla. “Estás tratando de sentirte mejor comiendo o bebiendo, teniendo sexo, jugando o comprando o lo que sea, pero eso termina empeorando tu vida. Luego haces más para que esa molestia desaparezca, entonces comienza el verdadero dolor, se convierte en un círculo vicioso que no puedes romper, eso es al menos lo que me pasó a mí".
"Bebí relativamente de manera normal durante mucho tiempo. Lo que sucedió fue que comencé a beber más y más cuando mi matrimonio se estaba desmoronando, esto fue entre 2015 y 2016. Mi consumo de alcohol, por supuesto, creó aún más problemas matrimoniales", agregó.
