La actriz cubana Aylín Mujica ha logrado romper las fronteras convirtiéndose en un ícono de la pantalla chica.
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Ha protagonizado decenas de melodramas en Televisa y TV Azteca en México, y en otras cadenas de televisión de Latinoamérica.
Sin duda uno de sus personajes más polémicos y recordados es el de Lorena Magallanes en la telenovela “Sin senos no hay paraíso”, y que gracias a su éxito Telemundo la transmite de nuevo.
Junto a ella participan Carmen Villalobos, Catherine Siachoque, Fabián Ríos, María Fernanda Yepes, Gregorio Pernía, Guillermo Quintanilla y Sofía Lama.
La mujer de 43 años interpreta el papel de proxeneta mexicana y en una entrevista con Publinews nos cuenta cómo fue meterse en este polémico personaje.
De cerca
- ¿Cómo fue para ti estar en este proyecto?
Para mi fue un reto muy grande y un sacrificio porque todo se grabó en Colombia y yo radicaba en Miami. Tuve que dejar mi familia, mis hijos para irme. El país me abrió las puertas, fue una etapa de mi vida que marcó muchísimo.
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Yo iba con una propuesta de personaje, hubo un trabajo con los directores y me la aceptaron, todo fue muy rico, muy natural, te dan chance de interpretar con una libertad de improvisación riquísima. Fue un personaje que disfruté muchísimo y que no se parece en nada a mi filosofía de vida.
- Lorena tiene una negocio de trata de jovencitas, que las engaña diciéndoles que las convertirá en modelos en México, les hace cirugía plástica de senos para meterles droga ahí, ¿cómo te preparaste para interpretarla?
Primero no sabía que existía este tipo de negocios, he conocido personas e historias de mujeres que se dedican a vender mujeres, sobre todo en la política. Lo que no imaginé es que alguien pudiera llegar a tanto, someter a una jovencita a una cirugía de senos para enriquecerse, eso fue muy fuerte para mí.
- ¿Tienen algo en común Aylín y Lorena?
Somos muy diferentes, yo soy muy emocional en cambio ella es muy fría, calculadora y muy ambiciosa que quiere tener dinero a costa de lo que sea.
Lorena es completamente diferente a mi personalidad, yo soy una persona con valores, vengo de una familia convencional y tuve que meterme a un tratamiento psicológico para poder interpretar el personaje.
- En los últimos años se han creado varias producciones con esta misma temática, ¿a qué crees que se deba el éxito?
Es una ventana que abres hacia un mundo desconocido, y que antes no era público. No teníamos la oportunidad de conocer lo que sucede detrás de ese mundo. Yo creo que es curiosidad, saber cómo vive esa gente, la capacidad que tienen de meterse en ese negocio y como mantienen ese estilo de vida que no tiene consecuencias.
Un problema que continúa
Este melodrama expone una problemática social que sigue siendo muy fuerte y cruda en América Latina y otros países, el de la trata de blancas.
- ¿Cómo deben enfrentar los padres estos temas?
Los jóvenes se dejan llevar por cualquiera que les ayude a cumplir sus sueños. Mi consejo es que lo papás busquen con sus hijos gente profesional que los ayude a impulsar sus sueños, que se asesoren con quienes tiene la posibilidad de empujar el talento.
- Presentar este tipo de temas no sencillo, pero ¿cuál es el objetivo?
Es una denuncia, una puerta que abrimos a través de la ficción, una ficción que es bastante cercana a la realidad y es una manera de decirle a la juventud que si quieren perseguir sus sueños, busquen gente y agencias profesionales, porque la ingenuidad lleva a cometer errores grandes en la vida. Cuando yo salí de Cuba y llegué a México me encontré con situaciones, no de esa índole, pero sí de otras cosas. Hay muchos engaños allá afuera, es una selva el mundo.
Sobre el tema de las operaciones y las cirugías plásticas, la cubana señaló que trata de inculcar a sus hijos a que se quieran tal y como son, que busquen su libertad y su identidad.
“Es un tema importante y delicado, la educación viene desde la casa, desde la cuna. Siempre se lo digo a mi hija Violeta, no te compares con nadie, no hay nada más valioso que tú, todos los seres humanos, a pesar de que somos tantos en el mundo, cada uno tiene una huella digital diferente y ninguna es igual a otra, hay que darles mucha seguridad a tus hijos, de que no tengan problemas de bulimia o de anorexia, de que tengan su propio estilo".