Jo Min-ki, que en las últimas semanas ha sido objeto de varias denuncias por abusos sexuales, se quitó la vida ahorcándose.
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La policía informó que junto al cadáver encontraron una nota de suicidio firmada por el propio actor surcoreano.
En el texto, el artista de 53 años pide perdón a su familia y a estudiantes de la Universidad de Cheonju donde impartía clases de interpretación desde 2010.
Semanas atrás, varias exalumnas lo habían acusado de abusos sexuales.
La policía, que no ha querido revelar más detalles de la carta, lo investigaba por una denuncia de intento de violación interpuesta recientemente por una mujer que trabajaba en una cafetería en la que se habrían producido los hechos.
El cuerpo sin vida de Jo fue hallado en los sótanos del edificio donde residía.
En medio del movimiento
El suicidio del actor de cine se produce en pleno auge de denuncias de mujeres por abusos impulsadas por la campaña #MeToo contra el acoso sexual en Corea del Sur.
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Estas denuncias han afectado a hombres influyentes en el mundo de la cultura o la política de ese país.
Como al poeta Ko Un, considerado uno de los favoritos en las quinielas para el Nobel de Literatura, el famoso director de cine Kim Ki-duk o el exgobernador An Hee-jung, que había sido considerado como futuro candidato presidencial.
