Un conmovedor momento se volvió viral en TikTok cuando una exmonja de clausura visitó su antiguo convento el mismo día de su boda, vestida de novia y con su ramo en la mano, para rezar por última vez con sus antiguas hermanas de comunidad.
El video, compartido por la cuenta @catholicfamily_pax, muestra el emotivo reencuentro. Durante la visita, una de las religiosas le entregó una figura de la Virgen María, posiblemente elaborada en el monasterio. La novia, profundamente conmovida, no pudo contener las lágrimas ante este gesto simbólico de bendición y despedida.
Las monjas de clausura viven en comunidades cerradas, dedicadas a la oración, el trabajo manual (como la elaboración de dulces o artesanías) y la vida en común. Su rutina incluye la recitación del Oficio Divino, momentos de silencio y una limitada interacción con el mundo exterior.
Para abandonar la vida religiosa, una monja debe solicitar una dispensa de sus votos perpetuos, un proceso que requiere la aprobación de la Santa Sede. Una vez concedida, puede reintegrarse a la vida laica y, si lo desea, contraer matrimonio, como en este caso.