Durante las últimas semanas, los guatemaltecos han percibido un incremento considerable en el precio de alimentos como las verduras, frutas y legumbres, entre otros, principalmente en los mercados, lo cual es atribuido a la especulación y complejidad que conllevan los controles sobre la distribución informal. Por su parte, la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco) ha presentado varias denuncias y prevé una estabilización de precios en los próximos días.
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Por ejemplo, la libra de tomate podía adquirirse hasta por Q11 en algunos mercados de la ciudad, mientras que el mismo producto y presentación no superaba los Q9 en varios de los supermercados, según una comparación que la propia Diaco publicó el pasado 11 de julio.
Abelardo Medina, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), explicó que el consumo de frutas y legumbres ha disminuido significativamente dentro del consumo de alimentos en general y eso influye en los índices que construye el Instituto Nacional de Estadística (INE), impidiendo dimensionar el impacto del incremento de los precios para algunos sectores de la población.
Sin embargo, el aumento impacta en mayor medida en grupos poblacionales con ingresos menores a los Q3 mil.
“Hay un montón de personas en Guatemala que con Q2,400 de sueldo los utiliza para comprar frutas, legumbres, frijol y arroz en el mercado y cuando le va bien un poquito de carne. Para una persona que utiliza la mayor parte de sus ingresos para ello, el impacto es mucho más dramático”, remarcó.
¿Qué sucede?
Medina detalló que la mayoría de productos que registran un incremento en sus precios son distribuidos en la informalidad por cadenas de comercialización complicadas de fiscalizar y que establecen los costos “a su antojo”.
“Los supermercados tienen cadenas de comercialización más formales y esas cadenas pueden ser objeto de mejor control. No es facilísimo, pero es más fácil, porque conocen de dónde viene, entrevistan a los proveedores y se puede dimensionar quién está dando precios por encima de lo que corresponde”, agregó.
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Para el economista, el “problema” está en la cadena de comercialización y los distribuidores justifican el incremento de precios por los daños en infraestructura vial y las intensas lluvias, entre otros factores.
“Sí hay alguna justificación en el aumento de los precios, porque el transporte es más tardado y las carreteras no están bien, pero no en la dimensión del impacto que están causando. Es especulación de las cadenas de comercialización”, mencionó.
Además, resaltó que para la Diaco y el Estado es complicado fiscalizar la distribución informal, lo cual es aprovechado por este sector para establecer los precios que considera.
Esperan estabilización
El pasado 12 de julio, la Diaco anunció operativos conjuntos con la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), así como Ministerio Público (MP), para combatir la especulación y los sobreprecios, incluyendo la presentación de denuncias penales contra los presuntos responsables.
Carlos Velásquez, portavoz de la Diaco, expresó que la entidad actuará dentro de sus facultades legales y que estas no le permiten sancionar a comercializadores informales. Sin embargo, remarcó que la especulación es un delito, por lo que corresponde al MP investigar y dar respuesta a las denuncias planteadas.
“Lo que Diaco no puede dejar de hacer es continuar con los operativos. Estamos haciendo operativos conjuntos, con toda la cadena de comercialización, es decir, no se limita a los vendedores de los mercados cantonales o de barrio, se incluyen a las centrales de abastecimiento, como la Terminal, entre otras, también con productores, ya se hizo con transportistas”, añadió.
Asimismo, informó que equipos de la entidad continuarán con las verificaciones en departamentos y municipios productores, aunque prevén una baja en los precios en los próximos días como resultado de los operativos y denuncias presentadas.