Janus, la tortuga bicéfala más vieja del mundo, recibió este sábado flores comestibles por su 25º cumpleaños en el Museo de Historia Natural de Ginebra, donde vive.
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El quelonio, que lleva el mismo nombre que el dios romano de dos caras, tiene dos cabezas, dos corazones, dos pares de pulmones y dos estómagos.
En la naturaleza, su esperanza de vida sería extremadamente corta, dado que en su caparazón no tiene espacio suficiente para retraer sus dos cabezas y estaría a la merced del cualquier depredador, explicó el director del museo, Arnaud Maeder, en una rueda de prensa para celebrar el evento en la ciudad suiza.
Incluso en cautiverio llegar a los 25 años con una deformidad de ese tipo es algo excepcional, dijo Maeder.
Dos cuidadores se turnan para dar a Janus su baño diario, sus comidas y para que haga ejercicio.
Esta tortuga griega macho tuvo que ser operada recientemente de un cálculo en la vejiga. La inusual intervención se llevó a cabo en el Tierspital de Zúrich y fue objeto de un simposio.
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Las tortugas griegas, que suelen vivir en regiones mediterráneas, fueron tratadas durante mucho tiempo como mascotas pero ahora están incluidas en la lista de reptiles en peligro de extinción.
Su comercio está muy regulado, pero sigue habiendo tráfico, sobre todo en el norte de África, porque es un negocio rentable, según el director del museo.
Janus nació hace 25 años en el animalario de la institución, a partir de un huevo prestado por un particular, que aceptó dejar a la tortuga allí a condición de que se le dé un buen trato.