La organización Madres Buscadoras de Sonora, en México, reveló un video con el que confirmó el hallazgo, de lo que califica como un “campo de exterminio” que era usado por los narcotraficantes para eliminar cualquier rastro de sus víctimas.
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En el crematorio clandestino había 50 cuerpos calcinados, cuyos restos fueron depositados en una narcofosa.
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La fosa clandestina se ubica en el municipio de Santa Ana, muy cerca de la frontera entre México y los Estados Unidos. Cabe mencionar que la organización que hizo el descubrimiento está conformada por familiares de personas desaparecidas, en la mayoría de los casos se sospecha que los cárteles de la droga están involucrados.
“Localizamos un campo de exterminio en Santa Ana, Sonora. Se desconoce la cantidad de restos encontrados, vía redes sociales recibimos un llamado anónimo donde nos reportaban unos hornos que eran utilizados para incinerar personas”, este fue el mensaje con el que las Madres Buscadoras de Sonora acompañaron el video.
A pesar de las evidencias mostradas, la Fiscalía del estado de Sonora minimizó el hallazgo hecho por los familiares de personas desaparecidas, informó que no fueron 50, sino solamente dos cuerpos los que se recuperaron.
Intentaron sabotear el descubrimiento
Cecilia Flores, líder de la organización, denunció que sufrieron un atentado, ya que los narcotraficantes intentaron sabotear el descubrimiento. Al parecer cuando las integrantes de la organización se dirigían hacia el terreno, donde se ubica la fosa clandestina, en el camino se toparon con púas (poncha llantas) para obstaculizar el paso de sus vehículos.
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