Una multitud esperó en vano la “resurrección” de un pastor evangelista brasileño que había prometido volver a la vida tres días después de que se declarara su deceso.
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El pastor Huber Carlos Rodrigues fue enterrado luego de tres días, pues venció el plazo en el que prometió “resucitar”, por lo que sus seguidores comprendieron que la promesa no se iba a cumplir.
La pequeña ciudad de Goiatuba, en Brasil, se revolucionó el viernes pasado cuando por problemas respiratorios falleció el pastor Huber, como era conocido.
La esposa del fallecido, Ana María de Rodrigues, le pidió entonces a la casa de sepelios y al intendente que se guardara el cuerpo por tres días porque “había muchas chances” de que el pastor resucitara, debido a que el religioso así lo había dejado escrito.
Por ese motivo, el cuerpo del pastor estuvo refrigerado, mientras la casa de sepelios se convirtió en un centro de peregrinación, fe y curiosidad.
Rodrigues mostró a la prensa y a la municipalidad una carta de 2008 del pastor Huber en la cual afirma que el Espíritu Santo le informó que iba a resucitar tres días después.
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“Mi integridad física debe ser totalmente preservada porque estaré tres días muerto y resucitaré tres días después. Mi cuerpo no tendrá mal olor ni se deteriorará porque el propio Dios habrá preparado mi carne y mi cerebro para pasar por esta experiencia”, dice la carta del pastor.
Al cumplirse los tres días, centenares de vecinos se reunieron alrededor de la casa velatoria esperando un milagro que nunca llegó.
“No hubo novedades y vamos a proceder al entierro urgente antes de la descomposición”, dijo un trabajador de la vigilancia sanitaria de la municipalidad antes de la inhumación.