Con dos hijos con autismo y una carrera brillante en medios, la periodista dominicana Sofía Lachapelle ha dedicado todas sus fuerzas para ayudar a las familias que tienen niños con esta condición.
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Publinews conversó con ella durante su visita al país para ser parte de la primera conmemoración del Día nacional del autismo: "Una sola voz por el autismo", acerca de su fundación y de la importancia de la tolerancia cuando se tienen hijos con autismo.
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¿Cuál es la importancia de conmemorar el Día nacional del autismo: “Una sola voz por el autismo Guatemala”?
Primero, creo que es un deber como ser humano entender esta situación. Siempre me baso en la palabra bíblica: Todos somos iguales. Al serlo, sin importar nacionalidades, debemos apoyarnos unos a otros.
Al tener en casa a dos hijos con autismo, entonces sentí que todos los niños con autismo son mis hijos también. Uno deja de ser egoísta y entender nuestra igualdad.
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Pensé: ¿Qué me cuesta subirme a un avión e ir a hablar acerca de autismo a mis países hermanos latinoamericanos? Todos somos una voz en esta región. Así nace el concepto de hablar de autismo en Latinoamérica.
¿Por qué fue necesario crear una ley para conmemorar este día?
Por cuestión de respeto y orden debía crear una fundación y una ley, porque a veces pedimos compasión, respeto y amor, pero nosotros debemos dar el ejemplo.
También, por responsabilidad social, tenía que pensar en un proyecto país y comenzar por lo básico, que es crear una ley para que sus ciudadanos con autismo sean reconocidos.
Ese proyecto incluye mucho trabajo que tiene que ver con el sistema de educación, proyectos de inclusión social, actividades deportivas y apoyar a los profesionales y terapeutas que trabajan con personas con esa condición.
¿Cómo surgió la idea de crear su fundación, Un Paso a la Vez?
Un Paso a la Vez surge del concepto de que en el autismo no puedes correr. Los padres me entenderán completamente en esto, porque lo viven a diario. En el autismo no podemos pensar en un mañana como día calendario, sino que a pasitos ganaremos batallas. Por eso nombré así la fundación.
Cuando un niño logra una meta, lo hace un paso a la vez y el mundo se llena de color. Cuando alcanzamos varios pasitos, ya podemos comenzar a pensar en correr. La palabra implica emocionalmente la idea de descansar en paz y que no debemos desesperarnos.
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En la sociedad, sobre todo los que están involucrados en esto, es difícil asimilarlo y después vivir con ello. ¿Qué consejos puede darles a quienes están involucrados directamente con niños autistas?
Primero debemos quitarnos la vergüenza. Cuando eres humilde contigo mismo y no te exiges tanto, cuando dejas de pedirle tanto a la vida y a tus hijos, entonces comienzas ya a practicar esta paciencia, comienzas a ser tolerante.
