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El cáncer de mama ¡se previene!

El primer paso en la lucha contra el cáncer de mama es la prevención. Para ello, es esencial un cuerpo bien nutrido.

Ha llegado octubre, el mes de la concienciación del cáncer de mama, enfermedad que es una de las principales causas de muerte de mujeres en el mundo. Pero, además de ser curable, si se diagnostica a tiempo, la enfermedad se puede prevenir. Y la prevención comienza en la nutrición.

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Así lo asegura el especialista en nutrición Renato Lobo. “Ya sabemos que la suplementación de ciertos nutrientes puede prevenir o, en algunos casos, incluso ayudar a tratar el cáncer en combinación con los tratamientos comunes”. Señaló que la incidencia de malnutrición en pacientes con cáncer de mama es del 35%.

Lobo cita como ejemplo la vitamina D, cuya producción es estimulada por la luz del Sol. “La mayoría de las veces, el valor de referencia de este nutriente es insuficiente, porque la persona no tiene la costumbre de tomar el sol.”

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Según él, estar con los niveles adecuados de vitamina D en el cuerpo reduce en un 77% el riesgo de aparición de un cáncer de mama. Y en el caso de los pacientes, la administración de suplementos de este nutriente reduce en un 95% la posibilidad de una metástasis.

Estar bien nutrida es algo especialmente importante para las mujeres que forman parte del grupo de riesgo, es decir, que tienen más probabilidades de desarrollar un cáncer de mama. El oncólogo clínico del Hospital Israelita Albert Einstein y director científico del Instituto Oncología Rafael Kaliks explica que ese grupo está compuesto por mujeres de más de 40 años, que fuman, con obesidad, que hacen o han hecho reposición hormonal después de la menopausia, no tienen hijos o con predisposición genética; es decir, mujeres con madre o tías que desarrollaron la enfermedad antes de los 40 años.

Autoconocimiento

Otro factor importante para la prevención del cáncer de mama es el autoconocimiento. “La mujer que conoce su propio cuerpo hace más fácil que perciba alteraciones anormales”, afirma Kaliks. Cualquier cambio atípico en las mamas que dure más de dos semanas ya requiere atención médica.

Por eso, el examen del tacto es importante. Pero la mejor forma de detectar un cáncer de mama es la mamografía.

“El problema es que las mujeres no se hacen el examen”, dice el médico. El Ministerio de Salud recomienda que se haga a partir de los 50 años cada dos años. Para la comunidad médica, lo ideal es que sea hecho anualmente para mujeres a partir de los 40 años de edad. “Sería bueno que las mujeres seguieran esta recomendación”, argumenta Kaliks.

Según él, es más común que los ginecólogos pidan el ultrasonido de las mamas para las pacientes, incluso las más jóvenes. Pero no es lo ideal, dice el médico. “No permite llegar a ninguna conclusión, solo muestra pequeños cambios que solo sirven para preocupar a las pacientes.” |MWN

“El problema es que las mujeres no se hacen el autoexamen”. Rafael Kaliks, oncólogo clínico del Hospital Israelita Albert Einstein y director científico del Instituto Oncología.

 

 

 

 

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