La psicóloga María Lucía Sánchez, experta en el tema familiar, recordó que en esta época muchas personas enfrentan las fiestas de fin de año con un duelo por haber tenido la pérdida de un familiar, por lo que es necesario considerar algunos aspectos para no generarles incomodidad.
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Sánchez agregó que otros tipos de duelo que se pueden enfrentar en esta época son los divorcios, las pérdidas de mascotas y hasta los despidos laborales y por ello se deben reconocer las etapas del duelo para no caer en imprudencias con las personas que sufren del sentimiento.
“Muchas veces nuestra intención es sacarlos un ratito del caos, pero una primera necesidad del doliente es ser escuchados”, declaró la entrevistada.
Lo importante con las personas afectadas es saber escucharlas para cubrir sus necesidades básicas y para validar sus emociones, aconsejó.
Sánchez pidió tener prudencia con los comentarios positivos sobre el duelo, porque pueden tener un efecto contrario a la buena intención que se tenga.
Lo importante en este paso es comprender a la persona, entenderla y no intentar sacarla del caos, porque el caos ahí está, dijo la experta.
El duelo del lado del doliente
Sánchez también indicó que para el doliente es necesario reconocer que existen las tareas del duelo, las etapas del duelo y las necesidades del doliente.
La primera tarea tiene que ver con reconocer las emociones, porque durante el duelo se puede estar alegre o triste.
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“El duelo es un vaivén de emociones muy cambiantes y las etapas pueden ser de enojo, depresión, negación”, aportó.
Por ello, la psicóloga resaltó la importancia de reconocer esas emociones, en las que se incluye la nostalgia, que se ubica entre alegría y tristeza.
Al reconocer estas emociones del duelo, la persona afectada puede tomar decisiones importantes, como el asistir o no a reuniones y convivios.
La transición del duelo
La intensidad del duelo tiene que ver con el vínculo de amor que se tiene con la persona y de ahí se desprende el sentimiento de soledad.
Para lidiar con la soledad, es importante reconocer que las personas fallecidas cambiaron su forma material, pero que su presencia sigue con nosotros.
Por ello, una buena práctica es crear rituales significativos en honor a las personas que ya no están físicamente, para sentirlos más cerca.
Esa actividad del duelo ayuda a recordar a las personas desde el legado que nos dejaron, puntualizó la experta.
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