El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), junto a otras instituciones, asisten a diez familias de migrantes guatemaltecos que fallecieron cuando se les abandonó en un tráiler en Texas, Estados Unidos.
Fue en junio en que se halló a 50 inmigrantes indocumentados muertos después de que el camión en el que eran ingresados clandestinamente a Estados Unidos, les abandonó en las afueras de San Antonio.
Un total de 21 guatemaltecos fallecieron y su repatriación se dio tras un largo proceso para su identificación.
Asisten a familiares de migrantes
Ahora, personal del Instituto y de la organización Plan International realizaron más de 20 visitas para dar apoyo a las familias de los afectados.
Durante esta semana se han visitado a las diez familias en tres comunidades distintas de San Marcos. Cinco familias en Tejutla, tres en Comitancillo y dos más en Tajumulco.
Según el IGM, se les facilitó apoyo económico en cooperación con Plan International y se también un diagnóstico para determinar otras necesidades y el apoyo psicosocial que requieran.
Duros relatos
Las familias guatemaltecas vivieron un duro duelo tras darse a conocer la noticia. Muchos de ellos compartieron que sus parientes abandonaron el país para huir de la pobreza.
Eso explicó cómo las condiciones adversas llevaron a que jóvenes incluso de 13 años hayan emprendido el viaje que resultó siendo fatal.
Los migrantes sufrieron hipertermia (aumento de la temperatura corporal) y deshidratación aguda al viajar hacinados en un remolque sin ventilación.
Cuatro hombres están detenidos por su vinculación al caso y dos de ellos podrían recibir una sentencia a la pena de muerte o cadena perpetua.
Cada año, miles de centroamericanos intentan llegar a Estados Unidos de forma irregular. Aseguran que van en busca de un empleo y que huyen de la violencia de sus países.