Este sábado fue presentada la campaña de concientización y movilización denominada “Sí a la dignidad, no a la corrupción”, una iniciativa de distintas organizaciones que buscan pronunciarse sobre la situación en el país y plantear posibles soluciones.
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En conferencia de prensa, los organizadores indicaron que otro de los objetivos es enviar un mensaje de solidaridad y explicaron que este proyecto consta de dos etapas.
La primera se puso en marcha el 18 de mayo y se mantendrá hasta el 30 de junio. Consiste en la utilización de playeras negras y stickers con diseños rechazando lo que denominaron como “el pacto de corruptos”.
Mientras tanto, el 1 de junio arrancó la segunda fase del proyecto, enfocada en la generación de contenidos para redes sociales dirigidas a congregaciones y comunidades de fe. Entre los mensajes que se promueven se encuentran:
- Porque creo en la dignidad, rechazo la corrupción.
- Porque defiendo la dignidad, manifiesto contra la corrupción.
- Porque creo en el Evangelio, rechazo la criminalización.
- Porque soy cristiano/a, defiendo la justicia.
Momentos difíciles para Guatemala
La campaña fue creada por la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Guatemala (Confregua), el Sector Interreligioso Centinelas por la Dignificación del Estado, Amerindia Guatemala y la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC).
Los representantes de las agrupaciones expusieron que Guatemala vive momentos marcados por la violencia y la desigualdad social y que son evidentes los ataques contra las garantías individuales y colectivas.
También señalaron que existe persecución penal contra operadores de justicia y que se han dado procesos viciados para imponer a autoridades con el fin de garantizar beneficios para ciertos sectores.
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Añadieron que existe un deterioro y cierre de espacios democráticos que debe ser atendido, pues de lo contrario se encauzará al país a lo que, afirmaron, sería un peligroso punto de no retorno.
En ese contexto, consideraron la importancia de pronunciarse y motivar a la población a manifestarse pública y pacíficamente de forma organizada y articulada, en parques de pueblos y ciudades.
Asimismo, acuerpar las distintas iniciativas de sectores sociales contra la corrupción e incidir en los espacios religiosos y espirituales por medio de oraciones y actividades de formación de fe y política.