El presidente Alejandro Giammattei fue entrevistado por “Americano Media“ en donde, entre otras cosas, le preguntaron sobre si teme que organizaciones internacionales como la ONU y otras “se inmiscuyan en asuntos domésticos y que influyan en la política guatemalteca; la intromisión de la ideología de género, la inmigración ilegal y otras políticas globalistas que han hecho daño a países desarrollados”, a lo que el mandatario contestó:
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“En nuestro gobierno hemos puesto las líneas rojas de lo que permitimos y no. Eso me gana algunos resentimientos en contra pero yo creo que las naciones poderosas no tienen el derecho de violar la soberanía.”
Además, aseguró que es la misma situación como cuando “vienen embajadores aquí y se presentan en las cortes a intimidar a los jueces con su presencia para que no le abran procesos a determinadas personas”, haciendo alusión a lo realizado por el embajador de Estados Unidos en Guatemala, William W. Popp hace algunos días cuando mostró su apoyo a la jueza Erika Aifán.
“Los Estados Unidos tiene que entender que somos el último país que le queda de aliado en la región. Apoyamos a Israel, apoyamos a Taiwán; tenemos los mismos aliados en común, pero no se vale que, por un lado estemos defendiendo sus intereses y por el otro lado nos estén poniendo la espada de Damocles en la nuca”, añadió Giammattei.
“Coyotaje”
Por otra parte, el mandatario también habló sobre la importancia de la creación de un “frente en contra del coyotaje”, para prevenir el tráfico de personas.
Giammattei aseguró que Guatemala avanzó en modificaciones a la ley que endurecen las penas en contra de traficantes de personas.
“Las penas que pusimos aquí en Guatemala son muy drásticas, que pueden llegar incluso a la prisión máxima de 50 años”, aseguró el mandatario respecto del caso de que una persona muera en el traslado hacia Estados Unidos.
