El Ministerio Público (MP) confirmó que la Fiscalía de Delitos contra la Vida y la Integridad de las Personas realiza tres diligencias de allanamiento, en coordinación con Policía Nacional Civil (PNC) en seguimiento a la investigación por las manifestaciones del 21 y 28 de noviembre de 2020.
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Juan Luis Pantaleón, portavoz del MP, indicó que las diligencias están en desarrollo y se estaría ampliando información en el transcurso de la jornada conforme a los resultados del operativo, sin dar más detalles acerca de las acciones se que están tomando.
Manifestaciones fueron contra el presupuesto
Desde antes del mediodía del sábado 21 de noviembre de 2020, se hicieron presentes decenas de manifestantes al Centro Histórico y permanecieron en protesta por más de siete horas.
La población expresó su rechazo contra los diputados del Congreso de la República por la aprobación del presupuesto 2021 por la reducción de fondos asignados para educación, salud y la lucha por los derechos humanos. También, la población exigió la renuncia del presidente Alejandro Giammattei por el manejo de la pandemia de la Covid-19.
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Un grupo de manifestantes se enfrentó con la policía y prendieron fuego en parte de las instalaciones del Congreso. En redes sociales se publicaron fotografías que mostraban que en el interior de la sede del legislativo habían colocados extinguidores y toneles azules en los espacios donde ocurrió el incidente. Los alrededores del Congreso en ese entonces no tenía resguardo policial.
Represión a manifestantes
Antimotines llegaron a la zona del enfrentamiento y lanzaron gases lacrimógenos por varias horas. A eso de las 4 de la tarde, comenzaron las detenciones. Se reportó que dos jóvenes habían resultado gravemente heridos, quienes perdieron un ojo cada uno; tienen 21 y 22 años de edad.
En horas de la noche de ese día, la policía lanzó gases lacrimógenos para disolver las protestas. Fueron unas 300 bombas lacrimógenas que percutaron ese día los agentes. También fueron lanzadas a una multitud que manifestaba pacíficamente en la Plaza de la Constitución, donde habían mujeres y niños que se vieron afectados por el gas.
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La policía continúo deteniendo en las calles del centro histórico a manifestantes y transeúntes, en algunas ocasiones con violencia.
La represión policial se registró en también en los departamentos, como Huehuetenango y Quetzaltenango, donde la policía también lanzó gas lacrimógeno a los manifestantes.
