La coalición Frente de Todos, del presidente argentino, Alberto Fernández, perdió la mayoría en el Senado y se quedó sin el control del Congreso, lo que la obligará a buscar consensos con la oposición para lograr la gobernabilidad en los siguientes dos años de mandato.
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“Si se confirman los números, efectivamente se pierde el quórum propio (la mitad más uno) en el Senado”, dijo a la AFP una fuente oficial. El gobierno peronista de centro-izquierda pasaría de tener 41 de 72 senadores a tan solo 35, según el escrutinio de más de 90% de los votos.
“A la mayor brevedad posible voy a dirigirme a los representantes de la voluntad popular y a las fuerzas políticas a las que representan, para acordar una agenda tan compartida como sea posible. Una oposición responsable y abierta al diálogo es una oposición patriótica. Nuestro pueblo necesita ese patriotismo”, anunció el domingo el presidente en un tono pausado y conciliador.
“Precisamos que la relación entre el gobierno y el Congreso Nacional, en la Cámara de Diputados y en el Senado, sea fructífera, por el interés general de nuestro país”, resaltó.
En medio de una dura crisis económica, con una inflación anual de más de 50% y una pobreza que afecta al 40% de la población, Argentina debe negociar con el Fondo Monetario Internacional un nuevo acuerdo que reemplace el stand-by por 44.000 millones de dólares de 2018.
“En esta nueva etapa profundizaremos nuestros esfuerzos para llegar a un acuerdo sustentable con el FMI. Debemos despejar las incertidumbres que conllevan deudas insostenibles como ésta. Y debemos hacerlo preservando las condiciones que nos permitan seguir por el sendero de la recuperación con generación de empleo, apuntando al mismo tiempo a una reducción persistente del mal inflacionario”, indicó Fernández.
De no lograr un nuevo convenio, debería pagarle al FMI en 2022 más de 19.000 millones de dólares y en 2023 otro tanto.
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Los comicios de este domingo, con una participación de más de 71%, renovaron parcialmente las cámaras de diputados y de senadores, en las que avanzó la alianza de centro-derecha Juntos, del expresidente Mauricio Macri (2015-2019).
El día después
“Mañana es lunes y la Argentina continúa y hay que seguir trabajando por construir el país que hace falta”, dijo el presidente tras emitir su voto, acompañado por la primera dama, Fabiola Yáñez, quien está embarazada.
Macri, principal referente opositor, adelantó que “estos dos años que vienen van a ser difíciles”, y aseguró que su coalición “va a actuar con mucha responsabilidad, ayudando a que la transición sea lo más ordenada posible”.
“Miedo”
“Mañana va a ser ‘El’ día. Tengo miedo por la economía, el sueldo no alcanza. Gane quien gane va a tardar mucho el país en recuperarse. Estoy muy descreído de todos”, dijo a la AFP Oscar Navarro, un empleado pastelero de 50 años, sin revelar su voto.
“Claro que voté al presidente. Tengo mucho miedo de lo que puede pasar en la elección”, señaló a la AFP Marta Gramiño, una mujer de 45 años que se acercó a filmar al mandatario a través de la ventana de un bar del barrio Boedo, donde Fernández tomó un café con un candidato.
También atraída por el revuelo de cámaras, Liliana Márquez, de 62 años y empleada en un hospital, dijo tener expectativas de que se imponga la oposición. “Nunca he confiado en estos gobiernos peronistas. Voté al macrismo porque no encuentro alternativa”, sostuvo.
FMI e inflación
En las últimas semanas, el gobierno impulsó urgentes medidas económicas y un control de precios para paliar la inflación galopante, que acumuló 41,8% entre enero y octubre, una de las más altas del mundo.
Pese a la presión por conseguir un acuerdo con el FMI, Fernández insistió este domingo en que “a quien diga que el problema con el Fondo Monetario Internacional puede ser resuelto en cinco minutos le digo que negociar no es obedecer”.
Argentina recién emerge de una recesión que empezó en 2018, y se profundizó con un derrumbe de 9,9% del PIB en 2020 por la pandemia del covid, en medio de una extensa cuarentena. El crecimiento de 9% previsto para este año, retrotraerá la situación a 2019, cuando Fernández asumió la Presidencia.